Responsables del sector advierten que la universalización desembocaría en más tiempo de espera, peor calidad en la atención e incluso en privatización
PLAYA DEL CARMEN, Q. Roo.- Como un ardid para privatizar los servicios de salud es cómo caracterizan profesionales del ramo a la iniciativa de universalización de atención médica, al exigir más con los mismos recursos, motivo por el que el Gobierno de Quintana Roo ya ha amenazado con no signar los correspondientes convenios.
La universalización, según explicó Juan Ortegón Pacheco, secretario estatal de Salud, es una serie de convenios de subrogación de servicios entre instituciones hermanas (sector salud, Seguro Popular, IMSS e Issste) para que pacientes de un sistema puedan utilizar equipos o servicios de otros, según se necesiten, sin necesidad de traslado a otros estados.
Esto, según Alfonsina Sánchez Cruz, responsable de la Asamblea Democrática Nacional del IMSS, tiene una apariencia positiva, pero un lado peligroso.
“Lo que sucederá es que se prolongarán las esperas, porque existe una crisis de falta de recursos, de medicamentos, equipos, insumos”
“Es una zanahoria que avientan. Dicen que atenderán donde sea, pero no es garantía de atención pronta y de calidad. Lo que sucederá es que se prolongarán las esperas, porque existe una crisis de falta de recursos, de medicamentos, equipos, insumos”, explicó.
Esta portabilidad de servicios entre instituciones, añadió, significa que enfocarán los recursos para equipo en un lugar, que resultará saturado, en tanto que en los otros, que quedarán detenidos, sufrirán recortes de personal.
“Vivimos ahora en los servicios de salud una subrogación total. Se argumenta que no hay dinero para mantener la estructura, para insumos, pero se mandará a los pacientes como ‘maquila’ a grandes hospitales, a hacer trabajos que se hacían acá, lo que hace pensar que el siguiente paso serán los despidos”, alegó.
Para Ángel Vázquez Vázquez, tesorero del Colegio Médico de Quintana Roo, la universalidad se presenta como una manera de hacer más eficientes los servicios, pero este es un objetivo simulado.
“El mensaje parece bueno, pero en la realidad serán esperas interminables”, declaró. “La idea es dar más trabajo, con menos personal y menos recursos. Los resultados son obvios: van a tronar al sistema. Al colapsar, lo van a privatizar”.
El intercambio de servicios entre instituciones, permitirá reducir el número de puntos que ofrecen ciertas especialidades, que deberán atender su carga habitual de pacientes, más la de las otras instituciones, lo que incidirá en su calidad.
“Acaban de dar de alta a 70 mil estudiantes universitarios en el IMSS, sin aumentar a las clínicas, personal o equipo. Van a colapsar el sistema”
“Pese a que no es quien maneja el presupuesto o toma estas decisiones, el médico es quien da la cara, por lo que será su figura la que satanizarán”, indicó. “Acaban de dar de alta a 70 mil estudiantes universitarios en el IMSS, sin aumentar a las clínicas, personal o equipo. Van a colapsar el sistema”, aseguró.
En su opinión, es reflejo de la sociedad mercantilista, “en que si vendes 10, debes vender luego 15 y después 20 y así. Cuando no llegas a la meta, sencillamente tu vendedor no sirve y lo cambias; salvo que aquí hablas de vidas humanas. Antes se les daba a los pacientes 30 minutos con el médico, ahora son 15, pronto será menos. ¿Qué calidad puedes ofrecer cuando sólo los ves pasar?, pero todas las fallas se las achacarán a los médicos”.
En un sistema colapsado, la “salvación” que se ofrecerá en la forma de un sistema privado será una tragedia nacional en opinión de Vázquez Vázquez, ya que exige un pago mensual por encima de las posibilidades de la mayoría de los mexicanos.
“La mayoría de la población apenas cubre sus gastos básicos con los ingresos que percibe, sin previsión para gastos médicos”, mencionó.
El país ya vive en medio de una transición hacia la privatización, aseveró Alfonsina Sánchez Cruz. La detección de cáncer ya se subrogó a un centro médico en Chihuahua, pese a que se cuenta con personal calificado en el estado, con la excusa de que no hay recursos.
“Para allá se mandó el material requerido; estamos sintiendo la cruda realidad que nos espera como trabajadores”, mencionó. “Pero aquí nadie hará nada hasta que se vean las repercusiones; hubo demasiado hostigamiento. A mí me sancionaron tres años por intentar movilizar al gremio”.
“Aquí nadie hará nada hasta que se vean las repercusiones; hubo demasiado hostigamiento. A mí me sancionaron tres años por intentar movilizar al gremio”.
El secretario estatal de Salud, Ortegón Pacheco, defiende la universalización, pero a la vez advierte que si no se le garantizan los recursos suficientes para atender la triple carga del Seguro Popular, IMSS e Issste, no firmarán estos acuerdos.
“Haremos un estudio más realista de infraestructura y equipamiento para ver el número de intervenciones que se pueden dar, de acuerdo a las capacidades de cada hospital”, declaró.
En el análisis, se debe contemplar un recorte de 50 millones de pesos anunciados por el Gobierno Federal y que impactará directamente el número de pacientes que podrán atender.
“Estamos cristalizando la realización de una reforma que traerá más muertes, indigencia y tristeza”, sentenció Sánchez Cruz.
Fotos: Adriana Olvera
Sé el primero en comentar