Un enjambre de moscas fue descubierto sobre un jabalí muerto y puso en alerta al Parque Nacional de los Pirineos en Francia, ya que se trataba de la “mosca quebrantahuesos“, (Thyreophora cynophila), una especie carnívora que se creía extinta.
La mosca quebrantahuesos se caracteriza por su cabeza de color naranja brillante y alimentarse de animales muertos; se consideró extinta desde 1836, incluida así en la lista de especies de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
Esta especie de mosca ha alertado a los especialistas ya que podrían trasmitir enfermedades de animales a las personas.
Aunque la mosca quebrantahuesos se declaró extinta hace 186 años, en 1984 se describió que se encontraba principalmente en Mannheim, Alemania, aunque en 2008 se grabó en Francia y Austria.
Su avistamiento en 2022 no es el primero, ya que la Thyreophora cynophila fue redescubierta en 2010 cuando se le vio en España, aumentando a 10 el número de especies registradas de la familia Piophilidae en el país ibérico.
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