Tres niños, de entre 9 y 12 años, murieron el viernes pasado en la provincia de Badakhshan, en el noreste de Afganistán, debido a las severas condiciones climáticas, que incluyeron una fuerte nevada y temperaturas extremadamente bajas.
Los niños, que viajaban hacia la aldea de Colar, se encontraron con condiciones meteorológicas extremas mientras caminaban entre dos aldeas en la región montañosa de Nawabad Siyab, en el distrito de Raghistan.
Zabiullah Amiri, director adjunto del Departamento de Información y Cultura de la provincia, confirmó el trágico suceso este sábado, detallando que los niños habían recorrido una distancia equivalente a dos horas de caminata. Acompañados por un joven de mayor edad, el grupo sufrió las consecuencias del frío, mientras que el joven logró sobrevivir a la tormenta.
La geografía desafiante de Afganistán, marcada por escarpadas cadenas montañosas como el Hindú Kush y la cordillera del Pamir, así como la falta de infraestructuras adecuadas, pone a las comunidades locales en una situación de vulnerabilidad ante fenómenos climáticos extremos, especialmente en invierno.
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