200 bomberos trabajan sin descanso en Marsella tras las inundaciones de este lunes. Ayudan a los vecinos -pala en mano- para despejar las alcantarillas. Este lunes tuvieron que sumergirse para socorrer a los conductores atrapados debajo de un puente. En una sola noche cayeron hasta 180 milímetros de agua, el equivalente a varios meses de lluvia, según “Météo France”.
Un vecino de Marsella señala: “Cuando me levanté, quería ir en bicicleta y efectivamente, había 70 cm de agua, esto se convirtió en un río”
Otra residente apunta: “Estaba toda la basura amontonada y se fue con el torrente de agua. Se bloquearon las tuberías y las alcantarillas”
Los trabajadores de la limpieza llevaban una semana de huelga y a pesar de que los trabajos se habían reanudado durante el fin de semana, los residuos que aún quedaban por recoger atravesaban las calles debido a las corrientes de agua. El mar se había tragado a la ciudad francesa. Ahora la basura se ha esparcido por toda la ciudad. Algunas bolsas incluso han terminado en el fondo marino. Los servicios de emergencia se esfuerzan por evitar una catástrofe ecológica mayor.
Unas horas después de que finalizara la alerta roja por lluvias e inundaciones en Bouches-du-Rhône y Marsella, donde se evacuó un barrio por precaución ante las tormentas, el lunes por la noche se levantó la alerta naranja en el sureste y en Haute-Corse.
El alcalde de Marsella, Benoît Payan, había advertido el lunes por la mañana de un “episodio tormentoso sin precedentes” diciendo que era “la primera vez en veinte años” que la ciudad se ponía en alerta roja.
En junio de 2019, se había activado una alerta roja en las Bouches-du-Rhône, pero solo por olas de calor.
Por precaución, en el barrio de Saint-Loup, los habitantes de las casas situadas en las orillas del Huveaune, en alerta naranja por inundaciones, fueron incluso evacuados, antes de las 14.00 horas, y trasladados en autobús a un gimnasio.
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