El presidente de la Unión Ganadera Regional de Quintana Roo (UGR), Sergio Crisanto Morteo, informó que los pequeños ganaderos ya están preparados para la temporada de invierno que se aproxima, adquiriendo todos los alimentos balanceados necesarios para la atención de las reses y esperando apoyos de parte de las autoridades estatales y federales.
Dijo que la temporada de invierno es seca, no hay casi lluvias; los pastizales tienden a disminuir, por ello deben de contar con suficientes alimentos balanceados para poder atender al ganado durante ese ciclo que es de tres meses contando con pasto seco, pasto cortado y pollinaza para el alimento de las reses.
Añadió que el riesgo de la temporada de invierno que se aproxima es que puede caer granizo, lo que daña los pastizales, queman los pastos disminuyendo la fuente de alimento del ganado, incluso cuando las temperaturas son bajas o muy frías también afecta los pastizales que es alimento de las reses.
Dijo durante el 2019, más de 70 mil hectáreas de pastizales perecieron a causa de la sequía, y este 2020, apenas se está recuperando una parte, ya que los ganaderos no lograron realizar gran inversión debido a la crisis que causo la pandemia.
Y aunque las lluvias son buenas para el pasto, muchos potreros quedaron bajo el agua y el pasto murió ahogado, lo que obligara a los ganaderos a sembrar pasto nuevo, cuyo costo varea hasta en 2000 pesos el kilo dependiendo la variedad.
Reiteró que en este año a partir de Junio hubo muchas lluvias en el Estado, lo que permitió que haya abundancia de pastizales para el alimento del ganado, incluso los frentes fríos que han llegado a la entidad han provocado ligeras lluvias que permiten el crecimiento de más pasto para el hato que está gordo y ha recuperado peso y calidad en sus carnes.
Además los jagüeyes se encuentran a su máxima capacidad, lo que podría ayudar durante el próximo año, ya que no hay certeza de que las condiciones climáticas, serán como hasta la fecha o se vuelva a estacionar la sequía como en el 2019.
Finalmente, Crisanto Morteo advirtió que la etapa más difícil para todo el sector ganadero viene siendo los meses de febrero, marzo, abril y mayo porque inicia la temporada de sequía y se puede prolongar otros meses, y no hay pastizales para el alimento del hato, se queda flaco y pierde peso y calidad en sus carnes, todo empieza a mejorar cuando inicia la temporada de lluvias porque crece el pasto y el ganado se recupera en su peso satisfactoriamente.
En Quintana Roo, hay aproximadamente 500 mil hectáreas de pastizales y un hato ganadero de casi 200 mil cabezas de las cuales casi 120 mil son reses.
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