Ganan hoteleros 81 mil hectáreas a zonas protegidas

El Área Natural Protegida del Caribe mexicano cedió a la presión, disminuyendo la protección costera e incrementando la protección en la parte marina

 

CANCÚN, Q. ROO.- La propuesta final para la creación del Área Natural Protegida del Caribe mexicano cedió ante la presión del sector hotelero, disminuyendo la protección costera e incrementando la superficie de protección en la porción marina de la poligonal que conformará esta nueva Reserva de la Biosfera.

Alejandro del Mazo Maza, titular de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas  (Conanp), presentó ayer los edictos de aviso de decreto de la Reserva de la Biosfera del Caribe Mexicano, así como del Plan de Manejo del Área de Protección de Flora y Fauna de la Reserva de Yum Balam.

Mientras en la propuesta original de creación de Área Natural Protegida del Caribe mexicano, la porción terrestre (principalmente costas) alcanzaba las 116,783.8 hectáreas, el documento presentado ayer –modificado a partir de las objeciones de los sectores hotelero y empresarial– reduce a sólo 28,586 hectáreas la superficie en tierra, ceñida a zonas de humedales y de conservación de tortuga. Es decir, disminuyen en 81,197 la superficie de conservación en los más de 600 kilómetros de costas del litoral quintanarroense.

Esto cancela la posibilidad de desarrollos hoteleros dentro de la zona federal del Parque Nacional Tulum, la zona de Xcacel Xcacelito, así como Cabo Catoche en la punta norte de Quintana Roo, pero deja abierta la puerta a nuevas construcciones turísticas en el resto del litoral quintanarroense.

De Mazo Maza aseguró que entre los principales beneficios ambientales de este decreto se encuentra el blindaje de toda esta área –conformada en su gran mayoría por superficie marina– en contra de eventuales intentos de exploración y explotación de hidrocarburos, además de que permitirá un monitoreo constante del Sistema Arrecifal Mesoamericano (SAM), el cual presenta un elevado grado de blanqueamiento que podrá estudiarse más a fondo una vez que se decrete la zona de conservación.

El decreto se buscará que esté listo para su publicación en el marco de la Conferencia de las Partes (COP 13) que organiza las Naciones Unidas, la cual tendrá verificativo en Cancún del 2 al 17 de diciembre próximos, por lo que incluso se tiene un avance en los esquemas de financiamiento de esta nueva ANP, la cual será la más grande de todo el país, con dimensiones incluso superiores a la suma de la Reserva del Vizcaíno en Baja California Sur y el Área de Protección de Flora y Fauna del Valle de los Sirios en Baja California Norte, cuya superficie alcanza los 5 millones de hectáreas.

Los recursos tanto monetarios como humanos se procurará que provengan de un convenio de colaboración con el gobierno de Quintana Roo en términos de personal para vigilancia, además de que el gobierno de Alemania ha ofrecido a México una bolsa de 10 millones de euros para la creación de nuevas áreas naturales protegidas, lo cual es de momento el recurso inicial con el que están contando financiar el costo que implicará la labor de conservación en una superficie tan grande.

 

EN YUM BALAM

Del Mazo Maza presentó también el edicto de aviso de decreto del Plan de Manejo del Área de Protección de Flora y Fauna de Yum Balam, el cual cancela en definitiva la posibilidad de construcción del megacomplejo turístico-inmobiliario La Ensenada, propuesto desde 2013 por la firma Península Maya Developments. En su lugar, se permite únicamente la construcción de hasta 800 palafitos para hospedaje turístico en toda la isla, sin posibilidad de construir ningún otro tipo de estructura hotelera o de vivienda tierra adentro de la isla grande de Holbox.

La Ensenada planteaba la construcción de un desarrollo turístico-inmobiliario de tres hoteles, contiguos a otra gran superficie de 114 hectáreas de unidades residenciales que sumaban 872 unidades, que iban desde lotes residenciales hasta villas y condominios.

Además de prohibir estos desarrollos de alto impacto, el Plan de Manejo prohíbe el ingreso de PET y unicel a la Isla Grande y a la Chica, regula las actividades turísticas como la observación y nado con tiburón ballena o la observación de aves, además de prohibir clubes de golf o sitios de disposición final de residuos sólidos.

Únicamente se podrá construir infraestructura pública o privada destinada al desarrollo de los servicios de apoyo a los hoteles ecoturísticos tipo palafitos, instalados en la porción marina. Se espera que el documento se publique antes de que finalice el año.

Fuente: Quintana Roo Hoy

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