CANCÚN, Q. ROO.- Parte del cambio que se vive ahora en Quintana Roo es la mayor diversidad y evolución de su prensa, pues el gobierno actual ha revertido la política anterior de imponer criterios e inhibir la libertad de expresión, consideró el coordinador general de Comunicación Social, Felipe Ornelas Piñón.
En un encuentro con los medios de comunicación, con motivo del Día de Muertos, el funcionario señaló que se está dejando atrás toda una cultura de homogeneidad tanto en los contenidos como en su tratamiento, lo que empobreció el trabajo periodístico e hizo más precario el acceso de la ciudadanía a la información.
En contraste, ahora se busca contar con un sistema de información más robusto, con actores de la información más participativos y con informadores más aptos, “porque cualquier sociedad que pretenda ser democrática necesita un sistema de información sólido, que dé cabida a la diversidad”.
Libertad de expresión, clave para la sociedad
En este sentido, calificó a los “golpes” o atropellos de la información como parte de este proceso de maduración, pues se trata de un espacio nuevo de expresión que en sus primeras etapas genera manejos inadecuados.
“Se está aprendiendo a vivir con la libertad de expresión, ver cuál es la manera de informar y la responsabilidad que esto trae, no sólo con la ciudadanía sino con el medio mismo”, añadió.
El rol del gobierno con los medios, explicó, es fomentar esta apertura, además de garantizar con que los reporteros cuenten con las condiciones básicas para desarrollar su trabajo, ya que sólo así se mejora la posibilidad de que la ciudadanía sea informada adecuadamente y esté al tanto de lo que pasa en el estado y de las acciones de gobierno.
Rechazó el paradigma de “pagar para que no le peguen” como una expresión del modelo pasado y una incomprensión de la modernidad, pues un gobierno debe construir, no imponer, una buena relación con los medios, para obtener armonía y confianza.
Respeto al trabajo periodístico
Detalló que las relaciones entre instituciones son similares a las de las personas, pueden ser buenas o malas, y si un medio es hostil, corresponde averiguar por qué es así y ver la manera de mejorarla, para que las críticas sean válidas y constructivas y no sólo por “golpear”.
“El individuo cuando se equivoca y tiene amigos, lo ayudan; cuando no, se va solo”, ejemplificó.
Pero esto no es inhibir la información, aclaró, pues es instrucción del gobernador, Carlos Joaquín González, mantener el pleno respeto por el trabajo periodístico, más allá de la coincidencia o no en puntos de vista.
“Si diferimos de una opinión, tenemos la suficiente confianza para conversarlo, como lo puede hacer cualquier persona, para ir avanzando en la construcción de criterios informativos”, afirmó, para que no se caiga en una situación como antes, en que la información se volvía plana, por no admitirse más que un punto de vista.
Aquí, recalcó que en las primeras planas de los periódicos ya se ve una mayor variedad en los contenidos y, en especial en los tratamientos. “Debemos seguir trabajando en esta vía y tenemos la instrucción del gobernador de contribuir a que eso se dé”.
Información falsa en redes, un reto que combatir
Felipe Ornelas Piñón señaló que hoy uno de los grandes retos es el torrente informativo que fluye en las redes sociales, donde junto con una enorme variedad de opiniones, hay mucha información falsa, a veces incluso deliberadamente manipulada.
De ahí la necesidad de madurar como sociedad para tener los criterios para diferenciar lo verdadero de lo inventado, en donde el gobierno debe participar como actor activo y directo para presentar sus puntos de vista y el fundamento de los mismos, para equilibrar lo presentado, sin pretender inhibirlo.
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