La Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) otorgó una asignación por tiempo indefinido al Grupo Aeroportuario, Ferroviario, de Servicios Auxiliares y Conexos Olmeca-Maya-Mexica para administrar, operar y explotar el nuevo Aeropuerto Internacional de Tulum.
De acuerdo con la asignación, el gobierno entregará a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) más de mil 500 hectáreas, que comprenden la superficie del aeropuerto, para que forme parte de la paraestatal militar que controla alrededor de 12 puertos aéreos.
El documento publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF) establece que la asignación será por tiempo indefinido hasta que se considere que la gestión del Ejército carezca de utilidad pública.
Por otro lado, también se fijan las reglas tarifarias y otros detalles como la presentación de un Plan Maestro de Desarrollo quinquenal, como el que están obligados, por ley, a proponer cada uno de los grupos aeroportuarios privados del país.
Tras la publicación en el DOF, el director del Grupo Aeroportuario Militar, René Trujillo, deberá designar al administrador aeroportuario que se encargará de la administración del aeropuerto de Tulum.
El proyecto aeroportuario en el sureste del país ya tiene algunas empresas confirmadas para operar vuelos desde otros puntos en México, como Viva Aerobus, y líneas aéreas extranjeras, como Spirit y Delta, que conectarán ciudades estadounidenses con Tulum.
El objetivo de la construcción del aeropuerto “Felipe Carrillo Puerto” es evitar que los viajeros que lleguen a Cancún se desplacen por carretera hasta la Riviera Maya, con lo que se busca distribuir la oferta en dos puertos aéreos cercanos, pero con diferentes rutas.
Cabe señalar que la Sedena tiene bajo su mando al Grupo Aeroportuario, Ferroviario, de Servicios Auxiliares y Conexos, Olmeca-Maya-Mexica que tiene ya 12 puertos aéreos en su control:
- Nogales
- Nuevo Laredo
- Uruapan
- AIFA
- Tamuín
- Ciudad Victoria
- Puebla
- Ixtepec
- Palenque
- Campeche
- Chetumal
- Tulum
La Sedena, además, tomó el control del suministro de combustible en la docena de puertos aéreos que administra; cuatro de las estaciones, las de Chetumal, Puebla, Tulum y Palenque se encuentran en construcción.
La presencia militar en la venta de combustible diluye, aún más, las funciones de Aeropuertos y Servicios Aeroportuarios (ASA), una paraestatal que tenía el monopolio de la venta de turbosina, además que administraba los puertos aéreos que ahora pasan a manos militares.
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