WASHINGTON, EU.- El Presidente estadounidense, Donald Trump, propuso una reforma drástica del sistema de inmigración para dar preferencia a los inmigrantes de altos méritos profesionales por encima de uno basado en vínculos familiares, como ocurre desde 1965.
A 40 días de haber tomado posesión, en su primer mensaje ante las dos Cámaras del Congreso de Estados Unidos, Trump planteó la reforma migratoria más ambiciosa desde la Presidencia de Lyndon B. Johnson (1963-1969).
En su discurso, sin embargo, no mencionó un camino a la legalización para los 11 millones de indocumentados -de los cuales 6 millones son mexicanos-.
“Al cambiar del sistema actual de migración de habilidades bajas, y cambiarlo por un sistema basado en el mérito, tendremos muchos beneficios: ahorrará al país incontables dólares, aumentará el salario de los trabajadores y ayudará a las familias pobres, incluyendo a las de migrantes, a incorporarse a la clase media”, aseguró Trump.
El Presidente no habló de alivios migratorios, como se especuló horas antes de su intervención ante el Congreso. Al contrario, defendió las redadas y las asoció con el crimen.
Sobre el muro con México, dijo que solicitará al Capitolio aprobar un masivo plan de infraestructura de un billón de dólares que incluirá su construcción.
“Comenzará antes de lo previsto y cuando lo terminemos será un arma contra las drogas y el crimen”, declaró.
En su discurso, el Mandatario estadounidense no mencionó a México –sólo citó a Canadá como un socio– y retomó su discurso comercial proteccionista