En Colombia el nombre de Pablo Escobar aún sigue trayendo problemas, ya que los hipopótamos que el jefe del Cartel de Medellín importó para su zoológico se ha convertido en un problema ambiental. Sin depredadores naturales, los hipopótamos se reproducen y amenazan a otras especies endémicas.
Pablo Escobar fue uno de los criminales más notorios de todos los tiempos, con un largo historial de secuestros, atentados con bombas y asesinatos indiscriminados.
Fundador y jefe del cartel de la droga de Medellín en la década de 1980, entre sus excentricidades estaba la importación de animales exóticos para su zoológico privado.
Bomba de tiempo ecológica
Sin embargo, esto ha ocasionado lo que los científicos llaman una” bomba de tiempo ecológica”. Un grupo de hipopótamos originalmente importados por Escobar a su zoológico privado hace décadas se multiplicaron; y ahora se están extendiendo por una de las principales vías fluviales del país: el río Magdalena.
“Los hipopótamos son una especie invasora en Colombia y si no matamos a una parte de su población ahora, la situación podría estar fuera de control en tan solo 10 o 20 años”.
Cuando desmantelaron su zoológico privado, los animales de Hacienda Nápoles se distribuyeron inicialmente a los zoológicos de todo el país. Pero no los hipopótamos.
“Logísticamente era difícil moverlos, por lo que las autoridades simplemente los dejaron allí, probablemente pensando que los animales morirían”, aclaró Castelblanco.
Al no contar con depredadores naturales y ser beneficiados por el clima sin sequía de Colombia, los hipopotamos han podido reproducirse sin problema.
Los científicos que estudian el impacto ambiental de los hipopótamos creen que su presencia podría afectar el ecosistema local de varias maneras: desde el desplazamiento de especies nativas que ya están en peligro de extinción, como el manatí, hasta la alteración de la composición química de las vías fluviales, lo que podría poner en peligro la pesca.
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