CIUDAD DE MÉXICO.- Por primera vez en México un sacerdote recibió sentencia condenatoria por abusar menor de edad durante cuatro años.
En un hecho inédito en la capital del país, un juez de lo penal de la Ciudad de México sentenció a 63 años de prisión al exsacerdote católico, Carlos López Valdez, acusado de delitos de abuso sexual y corrupción de menores cometidos entre 1994 y 1998 en la Arquidiócesis Primada de México.
López Valdez fue detenido en septiembre de 2016 tras varios años de búsqueda, pues a pesar de que ya no ejercía el ministerio religioso de manera formal, continuaba oficiando misas en Ciudad de México y el estado de Morelos.
Al respecto, la Arquidiócesis Primada en México ratificó el dictamen de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México y manifestó disponibilidad para colaborar con las autoridades.
“Se rompe la burbuja de protección contra la cúpula eclesiástica”, afirmó David Peña Rodríguez, Coordinador Jurídico del Grupo de Acción por los Derechos Humanos y la Justicia Social, AC.
Durante más de una década, Jesús Romero Colín fue abusado sexualmente por el sacerdote Carlos López Valdez. En 2013, la víctima de entonces 31 años, envió una carta al Papa Francisco en la que le expuso los abusos que vivió en su infancia, además de la indiferencia de la Iglesia católica al respecto.
Un mes después, en respuesta, Jorge Mario Bergoglio le pidió “perdón en nombre de la Iglesia”, a través de una misiva.
Esta es la primera sentencia condenatoria contra un cura católico pederasta en la Ciudad de México, no hay antecedente alguno y por ello representa un parteaguas en la procuración e impartición de justicia en nuestra ciudad”, indicó el defensor de derechos humanos.
Sin embargo, acusó la víctima, a lo largo de una década de lucha en la búsqueda de la justicia no hubo apoyo por parte de la Iglesia y, con el apoyo de autoridades mexicanas, fue incluso obstaculizada.
“La Iglesia no solo no quería cooperar, también quería desestimar mi denuncia”, recriminó.
En conferencia de prensa, desde el Centro Nacional de Comunicación Social (Cencos), la organización informó que el Juzgado 55 de lo penal de la capital mexicana notificó la emisión de la sentencia condenatoria en contra del sacerdote Carlos López Valdés.
El religioso fue condenado 63 años de cárcel que se reduce a 40 años, al ser la pena máxima prevista en la Ciudad de México.
“El sacerdote de 72 años va a morir en la cárcel”, dijo Peña Rodríguez.
La víctima y denunciante, reconoció que al recibir la noticia sobre la sentencia, “no podía creerlo”, aunque deseaba que ocurriera, prefería “no hacerse ilusiones”.
Ante el panorama expuesto, Jesús invitó a las víctimas de abusos por parte de sacerdotes a denunciar y a buscar justicia.
“Afortunadamente ya se otorgó esta sentencia de 63 años que es una pena bastante grave. Eso habla del delito que este sacerdote cometió […] Para que las víctimas vean que hay esperanza, si te aferras a la verdad, si vas por la verdad por delante, se puede llegar a la justicia. Los invito a que denuncien para que estos delitos no queden en la impunidad”, pidió.
Protegido por obispos y cardenales, el sacerdote pederasta Carlos López Valdez desarrolló su ministerio abusando de niños durante varias décadas y explotando su perfil de pornógrafo, construyendo así una red de intercambio de imágenes a nivel internacional.
Los abusos contra Jesús Romero Colín fueron dados a conocer hace una década a través de una serie de reportajes publicados en La Jornada y la publicación del libro Prueba de fe: la red de cardenales y obispos en la pederastia clerical de la periodista Sanjuana Martínez.
El caso
Cuando era niño, Jesús Romero Colínquería convertirse en sacerdotepor ello se fue a vivir a una iglesia con el párroco Carlos López, quien prometió a su familia ser su guía para que el menor de edad cumpliera su deseo.
Entre 1994 y 1998, Romero Colín fue abusado por el religioso y fue hasta 2007 que decidió interponer una denuncia.
En 2010 el sacerdote fue separado por la Iglesia del ministerio, pero la víctima denunció que seguía oficiando misa por su cuenta, hasta que fue detenido en septiembre de 2016, en Morelos.
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