Alejandra Cornejo, gerente de responsabilidad social de Colibrí Boutique Hotels, señaló que en Tulum de poco sirve el esfuerzo de la iniciativa privada para retirar el sargazo de la línea costera y evitar su acumulación y descomposición en la zona, ya que aún no se cuenta con un espacio asignado para su destino final.
“El municipio, hasta el momento, no nos ha dotado un área particular para el destino final del sargazo, lo cual es alarmante porque ahora sí que todos nos estamos rascando con nuestras propias uñas y a ver en dónde se acumula”, lamentó.
Asimismo, indicó que la falta de un sitio adecuado representa un serio foco de contaminación, pues una vez descompuesta la macro alga, desprende gases y líquidos que terminan por escurrirse hasta los cuerpos de agua, como cenotes, y a su vez al manto freático.
“Desafortunadamente la arribazón ha seguido llegando, la arribazón más grande sin lugar a dudas es en el Parque Nacional Tulum, que es donde llega más, aunque también la situación en Punta Piedra es súper fuerte”, señaló.
Manifestó que en su caso, el sargazo recolectado por sus cuadrillas es depositado en sitios propios que han destinado en los estacionamientos, pero en los demás centros de hospedaje, que por lo regular son más pequeños, tienen que ingeniárselas para desalojar dicho residuo marino de sus instalaciones.
“Ya se ha hecho la solicitud tanto a las instituciones estatales, pues básicamente todo mundo estamos enterados que no existe un sitio de disposición final adecuado, pero la verdad es que no se han tomado cartas en el asunto”, insistió.
Alejandra Cornejo urgió la creación de un plan integral para contener el alfa antes de llegar a la playa; incluso, aseguró que ya se realizó una propuesta, pero que ésta no ha sido atendida.
“La Semar dice que trabajo con un plan integral, pero las verdad es que aunque hay captación en mar abierto, pues no está el ciclo cerrado”, concluyó.
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