La torre Burj Khalifa, el edificio más alto del mundo, fue cubierto por una tormenta de arena en Dubái, misma que ha envuelto a Emiratos Árabes Unidos.
El edificio de 828 metros, que domina Dubái y es usualmente visible en todo este centro financiero, quedó semioculta por este fenómeno meteorológico, que ya ha afectado a zonas de Irak, Arabia Saudita, Irán y otros países en los últimos días.
Las tormentas de arena han cerrado aeropuertos y escuelas, y enviado a miles de personas a los hospitales, aquejadas de problemas respiratorios.
El índice de la calidad del aire (AQI) en Dubái pasó a ser considerado “peligroso”, según waqi.info, aplicación que mide la contaminación del aire.
El fenómeno no es raro en una región conocida por sus desiertos, pero su frecuencia aumentó en los últimos meses, alimentado por sequías y bajas precipitaciones relacionadas con el cambio climático.
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