Invasión de hábitat lleva al jaguar al borde de la desaparición

Recientes muertes y atropellamientos confirman la urgencia de un corredor protegido para la especie y de acabar con el mito de su agresividad a humanos

 

PLAYA DEL CARMEN, Q. Roo.- El atropellamiento y muerte de un jaguar en la carretera que va a Puerto Morelos registrado en días pasados, así como la denuncia de que esta especie protegida ha comenzado a rondar cerca de asentamientos irregulares en Solidaridad y ha sido sorprendida atacando perros, ha motivado que asociaciones, autoridades y otros actores de la sociedad civil alcen la voz y emprendan acciones para proteger el corredor biológico del jaguar. Es importante mencionar que actualmente una gran cantidad de especies protegidas ha dejado de existir o están a un paso de hacerlo; muchas de ellas por invasión en su hábitat, otras por la caza furtiva (directa o indirecta) y algunas más por los efectos de la contaminación y el cambio climático.

 

Jaguar atropellado hace unos días en Puerto Morelos

 

La directora de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Solidaridad, Orquídea Trejo, explicó que  “se estará implementando un programa que tiene que ver con el tema del jaguar. Dentro de las facultades que tiene el ayuntamiento hay que empezar a trabajar en la conservación de esta especie. Nos estamos sumando a la labor que realizan varias asociaciones civiles, ellas se han acercado para pedir recursos y desde luego protegerlo, porque para implementar cualquier programa se requieren recursos, en este caso videocámaras para poder monitorearlo, saber dónde se ubica, cuál es su distribución, dónde están las marcas de este tipo de animales”.

“Estamos también analizando los lineamientos de dependencias gubernamentales, en este caso la Semarnat (Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales), para poder tener los permisos correspondientes, porque son especies protegidas y por ello tienen un manejo muy específico. Existe una asociación con quien se sostuvo una reunión previa, ellos tienen un predio de cinco hectáreas, ubicado en el límite de Tulum y Solidaridad,  ahí habitan cinco familias, el problema que están teniendo es que el jaguar está atacando ya a sus perros, ellos no quieren que los demás vecinos sientan que el jaguar está agrediendo, porque la sociedad, si siente esto, quiere intervenir, pero para matarlos y lo que se debe hacer es protegerlos”.

 

“Es preocupante que el jaguar ataque perros, eso significa que estamos teniendo problemas en las redes tróficas, en donde el jaguar se alimenta de otros organismos más pequeños, que no son específicamente parte de su alimento”

 

La bióloga responsable de la Dirección de Medio Ambiente municipal, dijo que “es preocupante que el jaguar ataque perros, eso significa que estamos teniendo problemas en las redes tróficas, en donde el jaguar se alimenta de otros organismos más pequeños, que no son específicamente parte de su alimento. Entonces, tenemos que revisar cuáles son estos nuevos hábitos alimenticios del jaguar, porque al no tener alimento en su área de conservación, pues tiene que salir y lo que encuentra son perros”.

 

El jaguar carece de sus presas habituales, por eso ataca perros domésticos, indican los expertos

 

Agregó que “en este momento el Ayuntamiento de Solidaridad no cuenta con los recursos económicos para poner en marcha el programa, sin embargo, tenemos de aquí a diciembre para volver a reunirnos con esta asociación, que en su momento daremos a conocer cuál es, mientras tanto estamos buscando la colaboración de la Conabio (Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad), que tiene que ver con toda la conservación de organismo en México y desde luego sumando a otras asociaciones”.  

Aunque en las últimas décadas se han realizado esfuerzos institucionales y monetarios para crear estrategias de conservación de la biodiversidad,  y que, gracias a ello, existen en el mundo cerca de 105 mil áreas naturales protegidas en 220 países, con un equivalente al 11.5 por ciento de la superficie terrestre, José Juan Hernández Chávez, director de políticas ambientales de la Semarnat, destacó que todas la actividades humanas son importantes y necesitan un espacio, hay que hacer un análisis de ellas, y buscar un arreglo para que causen el menor impacto posible en los ecosistemas.

 

 


5 ejemplares fueron atropellados en 2015 y se estima que en Quintana Roo tan solo quedan 900 ejemplares

 

“Cuando tu intervienes un territorio, generas una serie de procesos que se llaman fragmentación o pérdida de hábitats, que de entrada modifican la biodiversidad en un efecto temporal temprano, y de esto en México no sabemos qué está pasando. Si modificamos la actividad de un territorio, por ejemplo en una mitad, la primera se pierde y se convierte en una extinción local, pero en lo que queda, en un tiempo corto la biodiversidad se va incrementando, los animales que no murieron se mueven hacia la otra parte del territorio, pero después hay una serie de procesos ecológicos que hacen que la biodiversidad empiece a disminuir, se llama proceso de relajación o costo de extinción. En Quintana Roo todavía no se hacen estudios para saber qué situación guarda este proceso, son experimentos que se hacen a largo plazo y que cuestan mucho dinero, tenemos evidencias, pero no investigaciones profundas”, detalló.

“Sabemos lo que está ocurriendo, pero los efectos reales no los conocemos, es como el cambio climático, tenemos escenarios, evidencias que nos apuntan a ciertos caminos. Es parte de la ciencia. En este sentido es que la política necesita de la parte dura de la ciencia para la toma de decisiones”, afirmó.  

 

“Sabemos lo que está ocurriendo, pero los efectos reales no los conocemos, es como el cambio climático. En este sentido es que la política necesita de la parte dura de la ciencia para la toma de decisiones”

 

En México existen áreas naturales de protección para este felino, las más importantes son las reservas de la biosfera Calakmul en Campeche y Sian Ka’an en Quintana Roo, sin embargo, en 2014,  se estimó que en la península de Yucatán apenas había un registro de dos mil ejemplares y que en el caso de Quintana Roo solamente 900, una cifra surge que fue resultado de estudios de poblaciones del jaguar y sus presas mediante fototrampeo. Ante este panorama, activistas ambientales han señalado la urgente creación a nivel legislativo del corredor protegido para el jaguar en Quintana Roo, ya que durante el pasado 2015 se detectaron cinco jaguares atropellados y otros más muertos por la caza furtiva.  

 

 

Las principales causas de muerte de la especie son los atropellamientos y la caza furtiva

 

Por su parte, María Laura Bevilacqua, integrante del Comité Playa del Carmen de protección ambiental, dependiente de la Procuraduria Federal de Proteccion al Ambiente (Profepa), expuso que “lo que estamos haciendo es un monitoreo con cámaras y recibiendo y atendiendo denuncias. La mayoría han sido por ataques de jaguares a perros y ganado, esto desde luego no se da en la zona centro, es en lugares más apartados, donde la gente vive en ranchos. También nos han informado de venta de pieles y dientes de jaguar”.

 

“Hace falta que la gente tome en cuenta que el jaguar es una especie con la que tenemos que convivir, porque nosotros somos los que estamos invadiendo su medio ambiente”

 

“Hace falta que la gente tome en cuenta que el jaguar es una especie con la que tenemos que convivir, porque nosotros somos los que estamos invadiendo su medio ambiente, hay que ser tolerantes de los ataques a los perros y ganado, en este último caso, la gente puede acudir siempre al seguro ganadero para la reposición de los animales que hayan sufrido daño y por otro lado, no tener miedo del ataque de un jaguar a un ser humano, porque no es algo que ocurra, son muy pocos los casos donde un jaguar va a la población y ataca a personas, esto es casi un mito”.

“Es importante que sepan que cazar al jaguar o cualquier daño que se le haga es un delito federal que conlleva cárcel, al igual que vender cualquier producto derivado de este animal que se encuentra en peligro extinción. También debemos estar atentos en las carreteras, principalmente la que va de Cancún a Tulum, o cualquier otra en el estado, porque estamos inmersos en corredores biológicos de este tipo de fauna, entonces hay que ser prevenidos para evitar los atropellamientos. Acciones específicas son pocas las que podemos emprender, porque no les podemos geolocalizar. La base es la conciencia en las personas y desmitificar”, concluyó.  

Fotos: Adriana Olvera

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