Agencia EQR
CHETUMAL, Q. ROO.- Los llamados paracaidistas o invasores de predios depredan especies endémicas, que aunque no están protegidas por las normas mexicanas, forman parte de la reserva forestal del municipio de Othón P. Blanco, para construir viviendas de madera con techo de palmeras para fomentar el crecimiento de asentamientos humanos que carecen de todos los servicios básicos, incluso rodeados de infraestructura de energía de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) que pone en riesgo la integridad física de quienes incurren en esta anomalía, denunció la regidora capitalina, Gabriela Santana Duarte.
De acuerdo con Santana Duarte, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) como instancia encargada de regular las reservas forestales, en este caso de Othón P. Blanco, tiene la competencia de evaluar el impacto ambiental causado por la deforestación de estas áreas.
Estos terrenos que en algunos puntos ya han sido invadidos cuentan con especies endémicas de la región como es el caso de la Bulsera Simaruba, mejor conocido como Chacá Rojo, que además de ser utilizado como postes de vivienda, su corteza contrarresta los efectos de la resina del Chechén que también es deforestado.
En el inventario de la Comuna capitalina hay identificados varios asentamientos humanos irregulares, localizados tanto en Chetumal como en Calderitas. En estas áreas cohabitan por lo menos 780 familias sobre un número no cuantificado de hectáreas.
Santana Duarte manifestó que quienes incurren en deforestación para levantar casas de madera en asentamientos irregulares incurren en un doble delito ya que afectan la foresta, además de que no cuentan con los permisos emitidos por la dirección de Desarrollo Urbano del Ayuntamiento de Othón P. Blanco.
La concejal exhortó a los ciudadanos a denunciar este tipo de actividades ilícitas a través del número de denuncia ciudadana a fin de realizar una investigación y dar parte a las autoridades pertinentes.
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