El diario The New York Times ha publicado recientemente una nota en la que se revela que existe una rivalidad entre agencias estadounidenses que persiguen a los mismos capos y objetivos: “Los Chapitos”. Según el medio, el Departamento de Justicia tuvo que intervenir para evitar que las investigaciones de la DEA y otras agencias federales interfirieran entre sí.
El artículo detalla que los agentes federales que buscaban detener a Jesús Alfredo Guzmán Salazar en Sinaloa, hijo de Joaquín Guzmán Loera, lograron rastrearlo gracias a los servicios de inteligencia. Sin embargo, cuando intentaron coordinarse con el Ejército mexicano para llevar a cabo la detención, el Departamento de Justicia les ordenó que se retiraran porque la DEA tenía su propia investigación en curso.
Según el Times, cualquier otra intervención podría haber interrumpido la investigación o incluso haber puesto en riesgo la vida de varias personas. Funcionarios de la DEA ayudaron a presentar una acusación formal contra “Los Chapitos” en Nueva York, junto a fiscales y agentes federales en Chicago, Washington y San Diego, quienes unieron fuerzas para presentar sus propios casos contra los hijos del “Chapo” Guzmán.
El artículo concluye informando que el senador republicano Charles E. Grassley envió una carta al fiscal general Merrick B. Garland y a los jefes de tres agencias policiales federales para exigir una explicación sobre cómo el caso de la fiscalía de Nueva York podría haber afectado cualquier otro intento de arrestar a los hijos de Joaquín Guzmán Loera.
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