Los dos principales órganos anticorrupción de China abrieron una investigación sobre Zhou Xianwang, quien estuvo al frente de la ciudad de Wuhan entre 2018 y 2021 y tuvo un papel destacado en la respuesta al primer brote conocido de covid-19.
La Comisión Central de Inspección Disciplinaria (CCDI, el poderoso órgano anticorrupción del Partido Comunista) y la Comisión Nacional de Supervisión, agencia equivalente dentro del aparato estatal, informaron este martes en un comunicado de que Zhou ” es sospechoso de graves violaciones de la disciplina y las leyes”.
El aparato chino suele usar esa expresión cuando se trata de posibles delitos de corrupción, aunque la nota oficial no precisa qué delitos concretos se achacan al exdirigente.
Zhou, ex miembro del Grupo de Liderazgo del Partido y vicepresidente del Comité Provincial de Hubei de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino, “está siendo sometido a una revisión disciplinaria y una investigación de supervisión” por parte de ambos organismos, indica.
El exfuncionario reconoció en febrero de 2020, cuando todavía era alcalde de Wuhan, que su gobierno tardó demasiado en revelar la información disponible sobre el brote, debido, según él, a que necesitaban la aprobación de instancias superiores para hacerla pública.
Sin embargo, Zhou siguió en el puesto hasta principios de 2021 a diferencia de otros dirigentes como el entonces secretario del Partido Comunista en Hubei, Jiang Chaoliang, o el secretario del Comité Municipal de Wuhan, Ma Guoqiang, destituidos por la mala gestión de las primeras semanas de la pandemia.
Tras su llegada al poder en 2012, el actual secretario general del PCCh y presidente del país, Xi Jinping, comenzó una campaña anticorrupción en la que numerosos altos cargos chinos, tanto institucionales como de empresas estatales, han sido condenados por aceptar sobornos millonarios.
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