Tras haber superado las pruebas preclínicas realizadas tanto in vitro como en animales, este lunes comienzan los test de la vacuna contra el virus completamente «made in Italy», con financiación, investigación y voluntarios italianos.
El experimento se realiza en el prestigioso Instituto de enfermedades infecciosas del hospital Lazaro Spallanzani de Roma.
Fue el primero de Europa, a inicios de febrero, en aislar la secuencia del coronavirus, un descubrimiento que se logró tras diagnosticar el contagio de dos turistas chinos llegados unos días antes a Roma.
Los voluntarios del Spallanzani se dividen en dos grandes grupos: El primero, con edades entre 18 y 55 años; el segundo, entre 65 y 85.
Cada grupo se dividirá en tres subgrupos de 15 personas, de los cuales recibirá una dosis diferente de vacuna.
Muchos voluntarios son médicos, una muestra de confianza que ha despertado cierto entusiasmo en las autoridades sanitarias que, desde un primer momento, apoyaron el proyecto.
Se conoce el identikit de los cinco primeros que recibirán la vacuna el lunes, en esta «fase 1», tras superar las visitas preliminares: Son hombres, entre 31 y 46 años.
De superar la prueba, sin efectos secundarios significativos, la vacuna será inyectada, entre el 7 y 9 de septiembre, en una dosis superior, al siguiente grupo de voluntarios.
Si los resultados son positivos, la «fase 2» podría comenzar en otoño con un mayor número de personas.
La vacuna ha sido creada y patentada por la empresa biotecnológica italiana ReiThera y cuenta con financiación oficial para el experimento.
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