El QB ya arrastraba molestias desde la Semana 13, cuando enfrentaron a los Chargers, aunque la lesión se complicó en la Semana 17 cuando se midieron ante los Chiefs.
En la Final de la NFL, el mariscal de campo salió cojeando aunque decidió continuar en el encuentro.
Afortunadamente, Burrow no tendrá que ser intervenido quirúrgicamente, pues solo con descanso podrá recuperarse, según reveló su entrenador Zac Taylor.
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