La pandemia del SARS-CoV-2, que ocasiona covid-19, provocó que más de 100 países entraran en cuarentena, lo que no sólo disminuyó la movilización y la actividad económica, sino que también varios delitos, incluso en regiones con altos niveles de violencia.
En Chicago, una de las ciudades más violentas de Estados Unidos, las detenciones relacionadas con drogas disminuyeron 42 por ciento en las semanas posteriores al inicio de la cuarentena, con respecto al año pasado.
Parte de esa caída, según algunos abogados penalistas, se debería a que los traficantes no tienen otra opción más que esperar al final del bache económico.
“La respuesta que recibo es que no pueden moverse para vender nada en ningún lugar”, dijo Joseph Lopez, un abogado en Chicago que representa a reputados narcotraficantes.
En Latinoamérica, la delincuencia se ha reducido a unos niveles nunca vistos en décadas.
“Los asesinatos bajaron y los gánsteres no acosan tanto”, dijo Eduardo Perdomo, un obrero de la construcción de 47 años al bajar de un autobús en San Salvador. “Creo que tienen miedo de contraer el virus, y no salen”.
El Salvador reportó una media de dos asesinatos al día en el último mes, desde el pico de 600 diarios de hace unos años.
En Sudáfrica, la policía reportó una sorprendente reducción en su primera semana de cuarentena.
El ministro de la Policía, Bheki Cele, dijo que el número de violaciones denunciadas pasó de 700 a 101, con respecto al mismo periodo de 2019.
Además, los cargos por asalto pasaron de 2 mil 673 a 456, y los asesinatos de 326 a 94.
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