La falta de arraigo en el hogar o la pertenencia a familias disgregadas son las principales causas de las “fugas” de jóvenes de 10 a 15 años
CANCÚN, Q. Roo.- En el estado, y en particular en los municipios de la zona norte existe un fenómeno frecuente y conocido, provocado por la predominante descomposición social. Autoridades y sociedad no le dan mayor importancia, pero al personal de la Fiscalía General del Estado le genera constantes “dolores de cabeza”. Nos referimos a la desaparición voluntaria de jóvenes y niños que escapan de sus hogares y que aparecen a los días o semanas fuera de la ciudad.
En los municipios de Benito Juárez y Solidaridad, todos los días infinidad de muchachos –mujeres, especialmente– se fugan de sus domicilios por tiempo indefinido por múltiples razones; porque sienten rechazo de los padres, por revelarse a las reglas y control del hogar, por violencia intrafamiliar, porque se enrolan con malas compañías o porque salen a probar aventura con su pareja sentimental, esencialmente. Estudios en la adolescencia indican que la mayoría de los casos ocurren entre los 10 y 15 años de edad.
“Un 99 por ciento o más (de las personas reportadas como extraviadas), son jóvenes que se van de paseo, se van de pinta, se van con el novio o se van de fiesta”
La Unidad de Personas Desaparecidas de la Fiscalía General del Estado ha constatado el incremento de estos sucesos, nos informó el director de Investigación y Acusación, Daniel Arana Pulido: “De la totalidad de las personas que nos reportan como extraviadas o desaparecidas, estamos hablando de un 99 por ciento o más, son jóvenes que se van de paseo, se van de pinta, se van con el novio o se van de fiesta. Es muy alto ese porcentaje que se tiene, tanto de hombres como de mujeres”.
La Alerta Amber se activa solamente en casos en los que se ven involucrados menores de 18 años que, por las características de su desaparición o investigaciones de la Policía Ministerial, indiquen que la víctima se encuentra en riesgo, por lo que el funcionario subrayó que “son muy aislados los casos de personas que son reportadas y se encuentran en riesgo o aparecen victimadas. En realidad casi en su totalidad son menores que escaparon de sus casas y aparecen más tarde o al día siguiente”.
ABUELA CON DOBLE ZOZOBRA
Doña Rosa María Gutiérrez, de 64 años, es una de las tantas mujeres que ha padecido por el extravío de familiares menores de edad. Es víctima de la angustia desde hace 24 días, cuando sus nietos Ildefonso, de 11 años y Wilberth, de 13 años, abandonaron su casa ubicada en la Región 225, de la ciudad de Cancún.
“Yo personalmente salgo a buscarlos a la calle. Voy con las dos fotos, la de Wilberth y la de Ildefonso, y voy preguntando. La gente me dice que han pasado, que les han dado de comer, de beber, pero hasta ahí”.
A pesar de su corta edad, no es la primera ocasión que estos jovencitos se arrojan a la vagancia por tiempo indefinido. El mayor de ellos es quien fue noticia estatal por ser rescatado por la Policía Preventiva en una playa de la zona turística, el 25 de agosto pasado.
“Esto ya es como un juego para ellos. Los conoce la Policía, los conoce el Geavi. Los traen y se vuelven a ir”
“Esto ya es como un juego para ellos. Los conoce la Policía, los conoce el Geavi. Los traen y se vuelven a ir. Tengo miedo de que anden en malos pasos, que vayan a hacer algo malo. Yo pido a las autoridades que me ayuden a agarrarlos para devolverlos otra vez al albergue ‘Isabel de la Parra’, de Villahermosa, Tabasco, aunque me duela, porque me están afectando mi salud”.
También podemos mencionar el caso de la pequeña de 11 años de edad, de nombre Guadalupe Ramos López, con domicilio en la Región 227. Por ella, la FGE sí emitió una Alerta Amber (investigación FGE/QR/BJ/08/3434/2016) por considerar que se encuentra en riesgo físico y psicológico, pues presuntamente escapó con su novio de 20 años de edad.
SIN SENTIDO DE PERTENENCIA FAMILIAR
Desde el punto de vista psicológico, en las familias de nuestros destinos turísticos hace falta crear vínculos sanos entre padres e hijos desde la primera infancia y adolescencia. “Pero resulta que pasa todo lo contrario: el día de descanso, el papá o la mamá se dedican el tiempo a sí mismos. Se van con los amigos, se alcoholizan, llega la violencia y provocan conductas autodestructivas en ellos mismos. Con esto, los jóvenes se sienten vulnerables y prefieren alejarse del sistema que los mantiene amenazados para incorporarse a otra vida donde encuentran más empatía con sus compañeros de la calle”, opinó el terapeuta hipnoconductual, Manuel Antonio Oropeza.
“El día de descanso, el papá o la mamá se dedican el tiempo a sí mismos. Se van con los amigos, se alcoholizan, llega la violencia y provocan conductas autodestructivas en ellos mismos. Con esto, los jóvenes se sienten vulnerables y prefieren alejarse”
El experto del Centro Especializado en Salud Emocional (CESE) profundizó sobre el motivo que está haciendo que niños y jóvenes huyan del lugar supuestamente más seguro para ellos: “La causa que más influye es el hecho de que la familia se encuentra fracturada. Por lo general, a las familias a las que estos chicos pertenecen son disgregadas. Muchos viven con los abuelos o encargados con alguien, eso provoca inseguridades que no le permiten crear una identidad de pertenencia, por lo consiguiente, tienden a huir de casa. Desde un punto de vista psicológico, los niños se sienten encerrados y, lo primero que intentan hacer, es poner a salvo la vida escapando. A esa edad no pueden discernir entre lo correcto e incorrecto”.
La Fiscalía General del Estado cuenta con un grupo especial dedicado a la búsqueda de toda persona reportada como desaparecida, trátese de cualquier caso, género y edad. Así es que si su hijo o familiar no llega a su domicilio, no dude en recurrir a la Unidad de Personas Desaparecidas de la FGE o llamar al número de emergencia 066.
Fotos: Francisco Javier Robles
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