Omran Daqneesh, de 5 años, fue rescatado el miércoles entre las ruinas de un edificio de Alepo destruído tras un ataque aéreo
BEIRUT, Líbano.- Una fotografía para la historia: un niño, cubierto de polvo gris y sangre coagulada, mira al infinito tras ser rescatado el miércoles entre los escombros de su hogar en Alepo, destruido por un bombardeo.
El infante, identificado como Omran Daqneesh, de 5 años, no es una excepción, sino la norma en el conflicto sirio. Él sólo fue uno de los 12 menores de 15 años que fueron tratados hace dos días en el hospital situado en la zona rebelde de la ciudad.
Sin embargo, la mirada de Daqneesh conmocionó al mundo de forma similar al cadáver de Aylan Kurdi, el niño que se convirtió en símbolo de la tragedia de los refugiados que se juegan la vida para llegar a las costas de Europa.
400 mil personas han muerto en el conflicto sirio
Los dos infantes sirios son víctimas de la misma guerra, un conflicto que ha sesgado más de 400 mil almas y que no parece hoy más cerca que concluir que el día que comenzó, el 15 de marzo de 2011.
Como ellos, 8.4 millones de niños, entre muertos, heridos, violados, desplazados, forzados a combatir o en situación de hambruna, se han visto afectados por los enfrentamientos entre las fuerzas leales al Presidente Bashar al-Assad, los rebeldes, las milicias kurdas y el autodenominado Estado Islámico (EI), según las estimaciones de Unicef.
Foto: Tribuna de Los Cabos
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