La NASA y todas las agencias espaciales y astronómicas del mundo están alertando de que el asteroide 2009 FJ1, el octavo más peligroso en la Lista de Riesgo de Objetos Cercanos a la Tierra de la Agencia Espacial Europea (ESA) y con un tamaño de unos 13 metros de diámetro, podría impactar contra el planeta o pasar muy cerca este año. El momento exacto previsto para el choque es las 8.13 horas del próximo 6 de mayo.
Observado en 2009
Este asteroide se observó por primera vez en 2009 y los investigadores pudieron seguirle la pista un total de 14 días. Es por ello por lo que tenemos poca información sobre él. Se cree que puede medir 13 metros, pero eso es una estimación, por lo que en realidad podría llegar a medir hasta 20 metros de diámetro.
Teniendo en cuenta que el que cayó en la localidad rusa de Chelyabinsk medía 15 metros de diámetro y la mayor parte se desintegró al entrar en la atmósfera, es de suponer que, en el momento exacto en el que el asteroide 2009 FJ1 pueda impactar contra la Tierra también se desintegrará, aunque cabe esperar que caigan algunos fragmentos al suelo, como sucedió con el de Chelyabinsk. Aquel bólido liberó una energía total de unos 300 kilotones de TNT (la bomba de Hiroshima fue de 15 kTons).
Trayectoria en estudio
Las probabilidades de impacto son bajas, por tanto, a pesar de que el asteroide se haya calificado como “potencialmente peligroso”. Y están basadas en cálculos de hace más de una docena de años, porque desde 2009 no se ha vuelto a ver pasar el asteroide 2009 FJ1. Por último, los expertos señalan que los meteoritos peligrosos son mucho más grandes y que hay centros especializados -los NEOS, centros de estudios de objetos cercanos a la Tierra de la Nasa- que estudian la trayectoria de los asteroides y, en caso de que fuera a impactar contra el planeta, se sabría con tiempo suficiente para despejar el lugar.
Y siempre nos quedará la misión DART de la NASA, que se puso en marcha hace menos de dos meses y que sirve para desviar la trayectoria de los asteroides en caso de que supongan un riesgo real para el planeta.
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