Cientos de miles de niños en todo el mundo podrían morir este año como consecuencia indirecta de la pandemia del coronavirus, según advirtió este jueves Naciones Unidas.
La organización apunta al cierre de las escuelas, a la saturación de hospitales y clínicas y, sobre todo, a la recesión causada por esta crisis como grandes amenazas para los menores.
Según las estimaciones de la organización, entre 42 y 66 millones de niños podrían caer este año a una situación de extrema pobreza, uniéndose a los alrededor de 386 millones que ya estaban en 2019.
“Los efectos nocivos de esta pandemia no se distribuirán de manera equitativa, sino que se prevé que serán más perjudiciales para los niños de los países más pobres y de los barrios más pobres, así como para los que ya están en situación de desventaja o vulnerabilidad”, afirma Guterres en el informe.
La organización destaca cinco maneras en que se verán afectados los niños más desfavorecidos: caerán en la pobreza, verán impedido su aprendizaje, la crisis amenazará su supervivencia y su salud, pondrá en riesgo su alimentación y será un peligro para su seguridad.
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