La Palma se encuentra en estado crítico; Canarias activa alerta por riesgo volcánico

Este martes se activó el semáforo de riesgo volcánico en la isla canaria de La Palma. Alerta amarilla después registrar varios días seguidos cientos de microterremotos. Son muchos los isleños que se preguntan si el Teneguía entrará en erupción.

La situación en los municipios de Fuencaliente, Los Llanos de Aridane, El Paso y Mazo no ha mejorado.

Los geólogos afirman que el proceso se ha intensificado y puede evolucionar rápidamente a corto plazo, pero añaden que aún no hay evidencias claras de una erupción inminente, aunque si

Los vecinos de los cuatro municipios siguen las recomendaciones de las autoridades. Algunos se preparan para evacuar a la menor señal de peligro. Tienen lista la maleta.

En algunas zonas, los residentes aseguran de que llevan notando vibraciones desde hace un año.

La Palma entró en una actividad inusual hace días, y el magma se acumula bajo el volcán Teneguía. Se calcula que bajo el volcán hay unos 11 millones de metros cúbicos de lava, más de 3.000 piscinas olímpicas.

La superficie de la isla de La Palma ha subido unos 6 centímetros alrededor de Cumbre Vieja.

Gracias a los satélites Sentinel de la red europea Copernicus, se pueden vigilar y contabilizar estas deformaciones desde el espacio. La Delegación del Gobierno en Canarias ha pedido a Copernicus que active su sistema de vigilancia en emergencias.

La última vez que entró en erupción el Teneguía fue en 1971: expulsó 43 millones de metros cúbicos de lava durante 24 días. No hubo víctimas. La conocida como Isla Bonita ha sufrido siete erupciones desde 1430.

Las siete erupciones sufridas en La Palma se han producido en torno a la Cumbre Vieja que ahora vuelve a temblar.

Según los registros históricos, 24 personas han muerto como consecuencia de las erupciones registradas en Canarias desde el siglo XV, de las que 16 perecieron debido a los seísmos asociados a la erupción de 1704-1705 en Tenerife.

Tras ese episodio de muertes por seísmos (el único en la serie del vulcanismo de Canarias), la causa más frecuente de muerte -en los casos en los que hay datos- ha sido la inhalación de gases tóxicos por acercarse demasiado al volcán.

Las erupciones de Canarias sí han dejado daños materiales a lo largo de la historia, a veces muy graves, como la destrucción del puerto viejo de Garachico, o la catástrofe que obligó a emigrar a buena parte de la población de Lanzarote en el siglo XVIII.

Sin embargo, a la larga, el volcán de Timanfaya provocaría una revolución agrícola que hizo crecer la población (con una nueva técnica consistente en cubrir los cultivos con cenizas volcánicas, que “roban” humedad al aire) y, más adelante, se convertiría en un motor turístico.

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