¡Está loco, pero también es genial! El australiano Lachlan Morton forma parte del equipo EF para competir en las grandes vueltas del ciclismo, pero decidió correr el Tour de Francia de una manera muy distinta: sin el apoyo de sus compañeros y colaboradores.
El ciclista de 29 años de edad sigue el mismo circuito que los participantes de EF y los demás equipos. Sin embargo, él no lo hace con asistencia, ni duerme en una cama cómoda; tampoco tiene masajes para recuperarse, solo se trata de él, su bicicleta, un mapa y una tienda de campaña.
Lachlan Morton tampoco tiene sus porciones de comida listas, él mismo se encarga de comprar sus bebidas y alimentos en el camino. Por si fuera poco, hará un recorrido más largo que el pelotón en el Tour de Francia, ya que los traslados entre una etapa y otra representarán más kilómetros sobre la bicicleta.
¿A qué se debe la decisión de Lachlan Morton?
Independientemente de la locura que esto podría representar para mucha gente, Lachlan Morton está acostumbrado a vivir la aventura. En septiembre de 2020 se coronó campeón del Badlands en 43 horas y 30 minutos, sin dormir y solo deteniéndose 34 minutos para hidratarse.
Esta vez, el australiano tiene el objetivo de llegar a París antes que el resto de los competidores del Tour de Francia, que termina el 18 de julio en los Campos Elíseos. Pero lo más importante es que la situación no solo pasa por una decisión personal, sino por una buena causa.
Aunque Morton es el protagonista del Alt Tour, o Tour Alternativo, el equipo Education First decidió donar mil bicicletas junto a la compañía Rapha a niños que las necesitan para dejar de caminar largas distancias a la escuela. Estas serán recibidas por la organización sin fines de lucro World Bicycle Relief, y los aficionados pueden aportar económicamente para que el número incremente.
“Si te sientes inspirado por el atrevido desafío de Lachlan, haz una donación. 140 euros es todo lo que se requiere para donar una bicicleta a un niño“, explica EF en su página web. Y obviamente, los apasionados por este deporte no son los únicos que piensan que el Lachy tomó un reto complicado y que pocos replicarían.
Rigoberto Urán, su compañero de equipo, acepta que no cambiaría su estilo de competencia por el de Lachlan Morton: “Prefiero mi Tour porque me gusta dormir en una cama agradable, tener apoyo, un masaje, despertarme tranquilo por la mañana y luego correr. Está loco, pero también es genial lo que hace. Espero que otras personas hagan donaciones para pagar ese sufrimiento“.
No obstante, estos métodos no son del todo desconocidos para los ciclistas. Si bien es cierto que ahora existen muchos tipos de ayuda y la tecnología también suma, las primeras ediciones del Tour de Francia se corrieron de la misma manera.
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