CIUDAD DE MÉXICO.- “En un lapso de tres meses, experimentamos una aceleración de la transformación digital que se había anticipado que ocurriría en tres años”, señaló el estudio “Ciberseguridad: riesgos, avances, y el camino a seguir en América Latina y el Caribe” realizado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Centro de Capacidad de Seguridad Cibernética Global de la Universidad de Oxford.
Sin embargo, advierte que esa transición no está exenta de riesgos y amenazas cibernéticas, señalando que sólo siete de los 32 países objeto de estudio, cuentan con un plan de protección de su infraestructura crítica.
Agrega que en caso de que se concrete una amenaza, 22 países tienen pocas capacidades para investigar los delitos que se cometen en el ciberespacio.
El estudio, en el que participó la Universidad de Oxford y también el gobierno de Estonia, un país líder en digitalización, constató que hasta principios de 2020, únicamente 12 países habían aprobado una estrategia nacional de ciberseguridad, aunque no deja de significar un avance, ya que hace cuatro años, eran sólo cinco los países con este tipo de estrategia.
Los expertos destacaron que “uno de los factores que limita el progreso de nuestra región en materia de ciberseguridad es la ausencia de talento humano calificado” y calcularon que faltan unos 600 mil cuadros especializados.
El efecto catalizador de la pandemia del Covid-19 en la economía ha ejercido una enorme presión sobre nuestro entorno digital para que permanezca seguro, resiliente y efectivo”, concluye.
El estudio señala que aunque América Latina y el Caribe ha mejorado sus capacidades de ciberseguridad desde 2016, el nivel de madurez promedio de la región todavía está entre 1 y 2, de acuerdo con el CMM (en el que 1 significa etapa Inicial y 5 significa Dinámica o Avanzada).
En el caso de la región de Centroamérica y México, ambos presentaron un nivel de madurez promedio de 2 en las dimensiones “Cultura y sociedad” y “Educación, capacitación y habilidades”, mientras que en las dimensiones “Política y estrategia” y “Estándares, organizaciones y tecnologías” el puntaje ha sido inferior a 2.
Al igual que en el Grupo Andino, Centroamérica y México deberían centrarse en mejorar el despliegue de estándares de seguridad cibernética y controles técnicos, así como fomentar el desarrollo de un mercado de ciberseguridad.
Cabe destacar que la dimensión “Marcos legales y regulatorios” tiene un nivel de madurez de entre 2 y 3. Destaca que México presenta la mejor posición de la región, con un nivel de madurez de entre 2 y 3 en casi todas las dimensiones.
Enfatiza que la pandemia por Covid-19 ha marcado un punto de inflexión fundamental en nuestra senda mundial y ha acentuado como nunca antes nuestra dependencia de la infraestructura digital.
Si bien esta crisis ha expuesto las deficiencias estructurales que nuestra sociedad ha venido acarreando en múltiples sistemas –tales como salud, economía, empleo y educación–, también ha resaltado el papel catalizador de la tecnología en la forma en que hemos enfrentado colectivamente la pandemia.
Resalta que demás del costo financiero, el cibercrimen y los ciberataques socavan la confianza de los usuarios en la economía digital.
Antes de la crisis por Covid-19 se esperaba que el gasto global en productos y servicios de seguridad cibernética aumentara en un 88% en los próximos ocho años; sin embargo, la recesión económica causada por la pandemia podría conducir a la consolidación de este mercado.
El Reporte de los Riesgos Globales 2020 del Foro Económico Global estima que los ciberataques a la infraestructura de comunicaciones y los fraudes de datos son los principales riesgos tecnológicos y el quinto factor de riesgo más probable que ocurra con un porcentaje de 76.1%.
Aunque México presentó en 2017 su estrategia nacional de seguridad cibernética, el país presenta rezagos y no cuenta con una ley dedicada de delito cibernético, pero el artículo N° 211 del Código Penal prevé el delito informático.
Sin embargo, estas disposiciones son limitadas y dejan varias lagunas, lo que dificulta la lucha contra el cibercrimen. En términos de protección de datos y privacidad, existen dos leyes por separado: una para las bases de datos públicas y la otra para bases de datos privadas
Se estima que los daños por delitos cibernéticos alcanzarán los US$6 billones para 2021, equivalente a al PIB de la tercera economía más grande del mundo
Menos del 50% de la población mundial con acceso a internet confía en que la tecnología mejorará sus vidas
De acurdo con un estudio de Accenture (México, 2019):
11% aumentó el número de incidentes de ciberseguridad en 2018
12% creció el costo anual derivado del cibercrimen comparado con 2017
OTROS DATOS
En México, 33 millones de consumidores fueron víctimas de delitos cibernéticos; las pérdidas ascendieron a 7.7 mdd (Norton Cyber Security Insights 2017).
Los usuarios de smartphones y laptops son los más propensos a ser víctimas de ciberdelitos, lo que se ha agudizado durante la emergencia sanitaria.
En 2018 México era el segundo país más ciberatacado de Latinoamérica después de Brasil.
El gobierno de México proyecta que en 2024, cuando concluya el sexenio, 77.2% de la población sea usuaria de internet
Países con o en desarrollo de una estrategia nacional de ciberseguridad
Países con una estrategia nacional de ciberseguridad:
Canadá 2018
México 2017
Guatemala 2018
Colombia 2016
Costa Rica 2017
Chile 2017
Estados Unidos 2018
República Dominicana 2018
Trinidad y Tobago 2013
Brasil 2018
Paraguay 2017
Argentina 2019
Países en desarrollo de una estrategia nacional de ciberseguridad:
Ecuador
Perú
Belice
Barbados
Guyana
Surinam
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