PLAYA DEL CARMEN, Q. ROO.- El 2017 fue un año que marcó a Playa del Carmen por las olas de violencia que azotaron a dicho destino turístico, las cuales iniciaron con los hechos violentos ocurridos a la entrada de la discoteca Blue Parrot la madrugada del 15 de enero en la clausura del festival BPM.
Tras este atentado se modificaron diametralmente las condiciones de seguridad en Playa del Carmen, la cual pasó de tener una condición relajada a contar con unidades policiacas en cada esquina de la Quinta Avenida.
También dejó de hacerse el festival, que ahora tendrá como sede Portugal.
Pero, ¿cuál es la repercusión económica de la cancelación del BPM?
“Ese trágico hecho nos hizo reflexionar como destino y qué es lo que queremos como destino, qué queremos para Solidaridad, qué queremos para Quintana Roo”, señaló Ricardo Del Valle Prieto, miembro de la mesa directiva del Consejo Coordinador Empresarial de la Riviera Maya.
A un año de estos hechos que lastimaron la imagen de Playa del Carmen internacionalmente, la opinión del sector empresarial y hotelero se encuentra dividida ya que al enfrentar una ocupación del 35 por ciento en la primera semana del mes de enero en los hoteles de la zona turística de la ciudad, el factor económico comienza a pesar y se escuchan voces que piden un replanteamiento de la política de no festivales masivos impulsada desde el gobierno municipal.
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