Servicios de transporte médico se niegan a trasladar a accidentados a hospitales no afiliados a su empresa o no acuden a zonas de escasos recursos
PLAYA DEL CARMEN, Q. Roo.- Al caos y confusión producidos por un accidente vial, entre un automóvil y una motocicleta, le sucedió otro, debido al mal proceder de los paramédicos de una ambulancia privada, que se rehusaban a trasladar al lesionado, exigiendo un alto pago previo.
El percance ocurrió hace unos días en Cozumel, cuando un vehículo embistió a un motociclista en el cruce de la avenida 80 con la calle Adolfo Rosado Salas. Después de la llamada de auxilio, al lugar fue despachada una ambulancia Life. Una vez que el lesionado estaba en la camilla y a bordo de la unidad, se disponían a trasladarlo a la clínica Islamed (filial de Amerimed, al igual que Playamed en Solidaridad, que es con la que trabaja esta empresa), pese a los deseos del paciente de ser llevado al hospital San Miguel, donde estaba asegurado.
Los paramédicos no se disuadían y le advirtieron que si lo llevaban a donde quería, tenía que pagar un traslado de dos mil pesos, cuyo pagaré debía firmar de inmediato. El herido tuvo que llamar nuevamente a la línea de emergencia, quienes enviaron a otra ambulancia, de la línea 911, que se hizo cargo del herido, pese a la renuencia inicial de los paramédicos de Life.
La tenacidad del herido en defender sus derechos y la existencia, en esta era digital, de fotografías del incidente, tomadas por testigos del suceso, terminaron en una sanción a la empresa, que fue suspendida por 15 días. Tristemente, es solo muestra de una práctica común que se da en todo Quintana Roo y que no ha podido ser erradicada pese a la instalación de un rol de servicios y a la entrada en operación del número de emergencias 911.
Según una operadora del Centro de Control, Comando, Cómputo y Comunicación (C4) de Quintana Roo, quien pidió no ser identificada después de que el director de la zona norte se rehusara a brindar información, señaló que a nivel nacional existe un acuerdo con la Cruz Roja para brindar servicio de ambulancia con autoridades policiacas.
Sin embargo, al no darse abasto esta institución, se incluyeron a las empresas privadas, a las que se les coloca en un rol y que se les despacha en orden.
“El traslado tiene que ser decidido por el paciente, o si no está en condiciones, por el propio C4 o su representante, que es un paramédico de la Cruz Roja. Si hay peligro de muerte, entonces se le lleva al hospital más cercano”
“Parte del convenio es que el traslado tiene que ser decidido por el paciente, o si no está en condiciones de elegir, por el propio C4 o su representante, que es un paramédico de la Cruz Roja. Si hay peligro de muerte, entonces se le lleva al hospital más cercano, si tiene las condiciones para atenderlo”, explicó.
Este esquema entró en operación hace tres años, con el propósito de poner fin al pandemonio anterior, en que llegaban varias unidades a la misma emergencia, en donde incluso se peleaban por el accidentado. En contraparte, en otros servicios, con personas de escasos recursos, muchas rehusaban acudir.
Anteriormente, existía el Centro Regulador de Urgencias Médicas (CRUM), que recibía las órdenes del C4 y, se suponía, se encargaba de enviar a la ambulancia más cercana, aunque en realidad lo hacían a conveniencia.
Al asumir el C4 directamente el control del despacho de unidades y hacerlo según el rol, se ponía fin al antiguo círculo de corrupción.
La realidad, no obstante, es otra, pues estos vicios todavía continúan, ya sea porque los paramédicos “se pasan de listos” o por corrupción directa por parte de los operadores del C4.
“El rol de salidas no se respeta, el operador del C4 o a veces los agentes del Ministerio Público contactan a la ambulancia de su interés, que se lleva al paciente a la clínica con la que tienen convenio; los paramédicos reciben su ‘mochada’ y parte de ella va al que los contactó”, confesó una fuente al interior de Seguridad Pública.
“Es común que a una emergencia lleguen dos ambulancias; no sé por qué pasa eso, si existe un rol y sólo se contacta a una. En esos casos, el que llega primero es quien gana”
“Sí, es común que a una emergencia lleguen dos ambulancias; no sé por qué pasa eso, si existe un rol y sólo se contacta a una. En esos casos, el que llega primero es quien gana”, señaló por su parte un reportero de la fuente policiaca, quien acostumbra a ver accidentes viales y sus secuelas día tras día.
De acuerdo al uniformado, la explicación es que, además del operador del C4, otros al interior de esta dirección o bien policías en el lugar de los hechos, también se enteran de la emergencia y contactan a sus ambulancias “consentidas”, que ya se encuentran apostadas en lugares estratégicos de la ciudad y que por ello consiguen llegar antes que la enviada oficialmente.
“Con la entrada en vigor del 911, ya no es un solo operador; se tiene a tres atendiendo la misma emergencia: está el que atiende la llamada, el que de forma simultánea manda a la patrulla, ambulancia o bomberos, según se necesite, y uno más que llena un acta. Se supone que da más rapidez y acaba con la corrupción, pero los negocios nunca se van a acabar”, explicó el policía.
En Playa del Carmen hay, además de la Cruz Roja, tres líneas privadas: Costamed, 911 y Life; la primera trabaja con Hospiten y las otras dos con Playamed. De las tres, Life es la que más a menudo se rehúsa a brindar servicio, si ven que la persona tiene pocos recursos, o es en una zona de bajos ingresos. Los del C4 se ven obligados a llamar a otra ambulancia.
AMBULANCIAS EN PLAYA DEL CARMEN
PÚBLICA
- Cruz Roja
PRIVADAS
- Costamed (Hospiten)
- 911 (Playamed)
- Life (Playamed)
De esta manera, los paramédicos se lanzan a la “caza” solamente de los accidentados que prometen dejar dinero; a estos incautos los llevan obligatoriamente a la clínica particular que mejor los bonifica, en las que son comunes también los cobros excesivos, tratamientos innecesarios, y las altas condicionadas al pago previo de lo debido, pues de lo contrario los pacientes quedan prácticamente “secuestrados” al interior del hospital.
Para el caso de Cozumel, por lo menos, las ambulancias Life quedaron fuera del rol por 15 días, al tratarse de la tercera denuncia en su contra en menos de seis meses, siempre por obligatoriamente intentar llevar a sus pacientes a la clínica de Amerimed.
Por tratarse de una situación escandalosamente recurrente, ahora con pruebas, autoridades del C4 de la isla indicaron que seguirían de cerca a esta empresa, y de reincidir sería excluida del rol de forma definitiva. Esta actitud da una pequeña esperanza de que quizá esta práctica abusiva pueda ser erradicada, tan sólo con que las personas, al igual que este valiente motociclista, se atrevan a denunciar.
Fotos: El Quintana Roo.mx
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