Las más de 60 mujeres secuestradas por presuntos terroristas a finales de la semana pasada en el noreste de Burkina Faso recuperaron su libertad, según informaron la Agencia Burkinesa de Información (AIB) y la televisión pública del país.
“Las mujeres y sus bebés acaban de ser liberados por el Ejército burkinés, una liberación que alegra a las exrehenes pero también a sus familias”, dijo la televisión nacional burkinesa RTB, que confirmó a última hora de ayer la información.
Según la RTB, que emitió imágenes de las mujeres rescatadas con sus hijos junto a efectivos del Ejército, el número total de mujeres era 66, “de las cuales 39 tenían edades entre 0 y 18 años” y a quienes se sumaban cuatro menores, unos datos que también confirmó la AIB.
Esta cifra está por encima de las 61 confirmadas el pasado 19 de enero por la asociación Movimiento Burkinés de Derechos Humanos y de los Pueblos (MBDHP).
Las mujeres fueron encontradas, señaló la cadena televisiva, en la región Centro-Norte de Burkina Faso y llevadas posteriormente a la capital del país, Uagadugú.
Hombres armados no identificados secuestraron a las víctimas, cifradas inicialmente en más de 50 por las autoridades, entre el 12 y el 13 de enero en el área de la localidad de Arbinda, en la región del Sahel, fronteriza con Malí y Níger, según informaron las autoridades locales el día 16.
Se trata de una zona donde son habituales los ataques de grupos yihadistas vinculados tanto a Al Qaeda como al Estado Islámico.
Según informó el teniente coronel Rodolphe Sorgho, “tan pronto como se informó de su desaparición“, se inició “una búsqueda para intentar encontrar a todas estas víctimas inocentes”.
“Las mujeres habían salido para buscar hojas y frutos silvestres para comer porque no quedan alimentos en las comunidades.
Las familias están muriéndose de hambre pese a que hemos estado pidiendo ayuda durante varios meses”, señaló, por su parte, el alcalde de la localidad de Arbinda, Ouerem Boureima.
Algunas mujeres consiguieron escapar de los presuntos terroristas y avisar a las autoridades locales poco después de ser atacadas.
En un comunicado divulgado este jueves, el presidente de la Comisión de la Unión Africana, Moussa Faki Mahamat, exigió la “liberación inmediata” de las secuestradas, incluido el “regreso seguro a sus familias y comunidades”.
Burkina Faso sufre frecuentes atentados yihadistas desde abril de 2015, perpetrados por grupos ligados tanto a Al Qaeda como al Estado Islámico, sobre todo en el norte del país.
Además, el país encajó dos golpes de Estado el pasado año: uno el 24 de enero, dirigido por el teniente coronel Paul-Henri Sandaogo Damiba, y otro el pasado 30 de septiembre por el capitán Ibrahim Traoré, actual jefe de Estado del país.
La toma del poder por los militares tuvo lugar en ambas ocasiones tras el descontento entre la población y el Ejército por los ataques yihadistas, que mantienen desplazadas a cerca de 1.9 millones de personas, según el Gobierno.
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