Lo que no sabías de la Ebriorexia

El trastorno tiene un componente psiquiátrico que consiste en dejar de comer para no consumir calorías extra y poder tomar más alcohol: especialistas

 

CIUDAD DE MÉXICO.- Cuando un joven consume demasiado alcohol y deja de comer para contrarrestar las calorías que las bebidas alcohólicas aportan, está en riesgo de padecer un trastorno alimenticio llamado ebriorexia, advierten especialistas en nutrición y psicología.

“El trastorno tiene un componente psiquiátrico que consiste en dejar de comer para no consumir calorías extra y poder tomar más alcohol. Puede haber sentimiento de culpa después de haber consumido alcohol y viene un vómito provocado”, explica María José Gallardo, nutrióloga egresada de la escuela de dietética y nutrición del ISSSTE.

El problema de este trastorno, señala en entrevista, es que conjunta dos de los problemas más graves en la adolescencia: el alcoholismo y la anorexia o bulimia.

Aunque este trastorno se conoce desde hace una década, comenzó a ganar notoriedad en los últimos años, cuando se redujo la edad de inicio de consumo de alcohol entre los adolescentes mexicanos, explica la especialista.

La ebriorexia afecta a jóvenes de entre 17 y 24 años, apunta, sobre todo a mujeres que consumen alcohol entre una y tres veces por semana, mientras restringen su alimentación.

Claudia Rosas Díaz, psicóloga clínica del Hospital General de México, agrega que es un trastorno que debe ser atendido por un equipo multidisciplinario que incluya psiquiatra o psicólogo y nutriólogo.

Debido a que la ebriorexia inicia en la adolescencia tardía, es difícil controlar a los jóvenes, pues con la mayoría de edad ya pueden entrar a bares y antros y consumir alcohol, subraya.

Sin embargo, recomiendan las especialistas, los padres deben estar alerta para detectar cuánto alcohol consumen sus hijos y si están perdiendo peso, a fin de poder detectar y tratar el trastorno a tiempo.

Si no se hace, advierten, la pérdida de peso excesiva puede generar problemas cardiacos, además de dificultades de concentración, neuropatía y alteraciones a nivel de neurotransmisores.

Salir de la versión móvil