Al terminar el sobrevuelo por los tramos 5 y 6 del Tren Maya en Quintana Roo, la gobernadora Mara Lezama le obsequio al presidente Andrés Manuel López Obrador un curvato.
“Terminado los trabajos de hoy, le regalamos un curvato, porque en esta tierra lo queremos tanto, que no queremos que se vaya”.
Esto es debido al viejo dicho de que “el que viene y toma agua de curvato, siempre se queda en Chetumal”
Ya qué, el presidente López Obrador mencionó por la mañana que ya se encuentra abonado en Chetumal tras las visitas periódicas para supervisar el Tren Maya.
El curvato es simbólico de Chetumal, su uso se remonta al siglo XX para almacenar agua de lluvia.
Está hecho de madera de ciprés o de cedro, tiene forma de barril o tonel y se estructura con duelas verticales, rebajadas por los cantos y unidas con aros metálicos sobre una base circular.
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