Por Amir Ibrahim
Desde hace casi una década ya, las elecciones de Quintana Roo parecen estar muy definidas, salvo por el caso de Solidaridad, municipio que alberga a Playa del Carmen y Puerto Aventuras, que es ferozmente disputado y que parece cambiar de manos cada tres años, sin que algún grupo haya logrado continuidad.
En esta ocasión, llama mucho la atención por ser el único municipio de este estado que está en manos de la oposición y que, por ese motivo, parecen estar defendiéndose “como gato de espaldas”. Sin embargo, pese a los esfuerzos del PRIANATO, a sus discursos triunfalistas y a su intensa campaña negra, la muy posible derrota de su candidata, Lili Campos Miranda, cada vez está más que anticipada. De hecho, existen al menos 10 motivos que apuntan claramente a que otra vez habrá alternancia en Playa del Carmen. Revisémoslos.
El primer grupo de razones apunta a antecedentes históricos, que nos son muy útiles y que señalan el comportamiento del electorado, porque la elección que veremos este 2 de julio, entre Lili Campos, del PRIAN, y Estefanía Mercado, de Morena, prácticamente ya se ha visto, llevándose la segunda el triunfo.
Sin ir muy lejos, está la elección del año pasado, para la diputación local (Distrito 10), en donde la suplente de Lili Campos, Kira Iris San, perdió en contra de Estefanía Mercado. Esto, a pesar de que la presidenta de Solidaridad tenía el poder del municipio para movilizar en favor de su amiga entrañable y compañera de fórmula; además Kira Iris ya era diputada y Estefanía no era aún conocida; y Morena todavía no llegaba a la gubernatura.
En este caso, los solidarenses salieron a apoyar a la candidata de Morena, ignorando los mensajes del equipo de la presidenta municipal, que son idénticos a los de esta campaña.
Recalquemos esto: Lili Campos no pudo imponer a su candidata en una elección local, con escasa participación ciudadana.
Porque vayamos al segundo argumento, de mayor peso todavía: esta no es una elección local, sino presidencial, con una mucha mayor concurrencia de ciudadanos a las urnas, y en Quintana Roo, en especial en Solidaridad, la ciudadanía en su gran mayoría apoya a López Obrador y a Morena. En las tres elecciones en las que compitió (2006, 2012 y 2018), el tabasqueño logró amplias victorias en esta entidad. Esto se dio incluso cuando estaba Roberto Borge en la gubernatura y se vivía lo peor de la represión priista. Pese a todos sus esfuerzos por quedar bien con Peña Nieto, “Beto” Borge no pudo evitar la avalancha hacia AMLO, lo que fue una vergüenza para su administración.
En 2018, Solidaridad estaba en manos del PAN, con un gobierno eficiente, que todavía gozaba de favor ciudadano por ser parte de quienes expulsaron al borgismo y al PRI del poder. Pese a ello, e incluso pese a la campaña de “voto cruzado” emprendida con pragmatismo a nivel local, Acción Nacional fue expulsada del palacio municipal, en favor de Morena.
Ahora, en 2024, nuevamente se disputa la presidencia, lo que calienta los ánimos y moviliza a más ciudadanos a acudir a votar. El apoyo que Sheinbaum goza en Solidaridad tendrá efecto de “arrastre” hacia todos los candidatos de Morena, incluida Estefanía Mercado.
SINDICATOS ABANDONAN A LILI CAMPOS
Nuestro tercer motivo es todavía más contundente: ¿sabía usted, lector, que ya hubo un ensayo de las elecciones en Solidaridad y que Lili Campos perdió? Sí, así ocurrió hace apenas un mes, cuando el Sindicato de Taxistas local tuvo su proceso interno. Como el dirigente, que apoya a Morena, iba por la reelección, el equipo de Lili Campos tuvo la “brillante” idea de inscribir a un candidato afín a ellos para quedarse con este sindicato. El desastroso resultado fue que su “gallo”, Rubén Aguilar, al que también hicieron candidato a síndico en su planilla, quedó en tercer lugar. Ni siquiera fue una amenaza para el dirigente, quien quedó reelecto y quien sigue como fiel aliado de la 4T y de Estefanía Mercado.
Aquí el PRIANTO quiso mostrar su músculo y terminó humillado, pero ni siquiera es un hecho aislado. También la CROC ha abandonado a Lili Campos, pese a que ella hizo a su dirigente regidor. Lo mismo hizo el propio Sindicato de Trabajadores del Ayuntamiento, quienes históricamente están aliados con el poder en turno, pero que, en este caso, se han pasado con Estefanía. Estos sindicatos tienen olfato y saben que es preferible quedar bien con la virtual ganadora.
ESTEFANÍA CONQUISTA PUERTO AVENTURAS
En cuarto lugar, el supuesto “bastión” de Lili Campos era Puerto Aventuras, pero allí también la han abandonado. Para su sorpresa, su “alfil”, el alcalde de Puerto Aventuras, ya opera para Morena.
Quienes todavía apoyan a la prianista son el quinto motivo de su derrota: los rancios ex presidentes y representantes del viejo PRI que por décadas mantuvieron a Solidaridad bajo a su yugo, el saqueo y la desigualdad social. Aquí hablamos de Filiberto Martínez, señalado de múltiples axtis de corrupción y saqueo, de Mariano “Chano Toledo”, de José Luis “Chanito” Toledo el delfín de Borge y señalado de un desvío de 600 millones de pesos de la tesorería municipal cuando fue Tesorero, de Román Quian y de Gabriel Mendicuti, ex secretario de gobierno de Roberto Borge . Todas estas personas, con negros antecedentes y rechazados por una gran porción de la ciudadanía, lograron acomodar a parientes en la planilla de Lili Campos, a cambio de su apoyo, en un descarado acto de nepotismo. Su campaña se ha enfocado en querer pintar a sus contrincantes como corruptos, cuando son ellos quienes tienen a los “Lili y los 40 ladrones”.
Tenemos que hablar de la malograda campaña que Lili Campos le compró a precio de oro a Filiberto Martínez (quien además amarró una candidatura plurinominal, ya sabedor de la próxima derrota) y quien por cierto, enfrentada audiencia de vinculación a proceso el próximo 7 de mayo por saqueos al municipio.
Hasta ahora, la estrategia de los borgistas dictada a Lili Campos. se han enfocado en tres puntos, bastante burdos, que han resultado ser falsos.
Uno es la insistencia neurótica de que Estefanía Mercado “no es Morena”.
LA FALLIDA ESTRATEGIA DEL PRIANATO
Aquí, ellos confiesan que no pueden luchar contra esta fuerza política, por lo que tratan de separar a la marca de la candidata. La verdad, sin embargo, es que Estefanía sí es candidata de Morena, partido al que le correspondía siglar en Solidaridad y que la eligió a ella, aunque no les guste a muchos. Mercado no entró como PVEM, aunque también tiene el apoyo de este importante grupo, sino como candidata “guinda”, aliada de la gobernadora en turno, y sumada previamente a esa bancada en el Congreso.
Para desgracia del PAN, en Morena, desde la llegada de Mara Lezama a la gubernatura, hay una enorme unidad, por lo que no hay algún grupo despechado al que puedan acercarse para tratar de calumniar a la candidata. Su estrategia aquí se ha quedado vacía y es la sexta razón.
Vamos a la séptima: Estefanía Mercado no está aliada con Laura Beristain. Uno de los principales motivos por los que Morena perdió hace tres años, fue por la muy mala imagen que tenía la entonces presidente municipal, Laura Beristain. Por ello, desde meses antes de la campaña, Lili Campos ha querido pintar esta contienda como continuidad contra el regreso de Beristain. Qué decepción habrá sido ver que Estefanía Mercado nada tiene que ver con la ex edil ni con su familia. Ninguno de sus familiares, fue incluido en su planilla, no están sumados a la campaña, e incluso la propia candidata se distanció de ellos de forma pública en uno de sus primeros actos de campaña.
Octava razón: la otra estrategia del equipo de Lili Campos ha sido la campaña negra, pero hasta ahora sus “denuncias” en redes son sumamente débiles, por ser Estefanía Mercado una figura relativamente nueva en la política, de modo que señalan cosas casi risibles, como el número de inasistencias al Congreso, o antecedentes familiares de dudosa veracidad. En contraste, Lili Campos tiene tres años de gobierno, con bastantes áreas de opacidad, acusaciones de corrupción y contratos sospechosos.
Un motivo más es el panorama más amplio y de más largo plazo: la sucesión gubernamental. En Quintana Roo, Lili Campos es la única figura de oposición con cargo público, por lo que, de reelegirse, se convierte en la candidata natural para la gubernatura. Este es un foco rojo que Morena no puede permitir, lo que significa que centrarán esfuerzos en evitar un segundo periodo. Si la panista querrá lanzarse “a la grande” en cuatro años, lo tendrá que hacer sin el botín que representa este ayuntamiento.
Finalmente, la décima razón: contrastemos las circunstancias por las que ganó Lili hace tres años y la situación actual. En 2022, ella era la candidata del gobernador, en contra de una presidente municipal que era enemiga declarada del gobernador y que había además realizado una muy mala gestión, en unas elecciones locales, fáciles de controlar.
La situación está muy invertida, es ella la de oposición, contra una candidata que llega con muchísimo respaldo, en unas elecciones imposibles de controlar, por su alta participación. La gestión de Lili Campos no ha sido mala como la de Beristain, pero incluso así, ya han aflorado cuestionamientos y posibles irregularidades.
No creo que alguien que esté consciente de todos estos factores de peso pueda creer que el PAN podrá mantener a Solidaridad después del 2 de junio. Es muy probable que sus colaboradores, aunque no lo digan de forma abierta, ya estén preparando sus planes por separado, ya sea una diputación plurinominal, como es el caso de su coordinador, o bien ya alisten un cambio a otra entidad, como muchos de sus asesores. En cuanto a la propia Lili Campos, quedará todavía con capital político, aunque ya no, muy probablemente, con su deseado segundo periodo.
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