Imagínense esto, querido lector: se juega el clásico del futbol mexicano, y en la porra del América los ánimos están caldeados, con todos, vestidos de amarillo, gritando y echando porras a su equipo, salvo uno, también de azulcrema, pero sentado en silencio. De pronto, en un descuido de la defensa, ¡anota el Guadalajara! Son todos lamentos e insultos, pero ese aficionado callado de pronto se pone de pie. “¡Bravo!, ¡bravo!”, grita con fervor. Todos lo miran asombrados. Al sentirse observado, encoge los hombros y declara: “es que Chivas es mejor…”, para luego explicar que, aunque sí es americanista, es mejor apoyar a Chivas.
Absurdo, ¿no? En este caso, ¿quién le creería a este “americanista”?, ¿quién se dejaría convencer de que hay que echarle porras al equipo contrario? Pues este, amigos, es la estrategia que a la que ha recurrido el prianato, para intentar descarrilar el “Plan C” de Claudia Sheinbaum.
Ya en la recta final de las campañas políticas, los estrategas del PAN-PRI ya saben que van a perder la presidencia. Al ver que no tiene caso impulsar a Xóchitl, han recurrido a la timorata estrategia del “voto cruzado”, para intentar engañar a los mexicanos que van a votar por Claudia Sheinbaum, para que también voten por el PAN-PRI en otros cargos. Con esto, creen que al menos conservarán suficientes espacios en alcaldías, diputaciones y senadurías como para impedir el Plan C y para sabotear el futuro sexenio morenista.
Esto lo estamos viendo en Playa del Carmen, en donde la actual presidente municipal del PAN, le ha pagado a varios morenistas para que salgan a hablar en contra de su propia candidata, Estefanía Mercado. Como el americanista del ejemplo, vitorean en favor del PRIAN, aunque aseguran que “todavía son Morena” y que no están comprados. ¿Alguien les cree?
Para esta burda estrategia, la panista ya se alió con la familia Beristain, a quien tanto critica, para lograr que la nuera de Luz María Beristain, Valentina Álvarez, saliera a decir que “Claudia sí, Estefanía no”, ayudando al PRIAN, mientras asegura ser Morena.
Por lo menos Norma Angélica Ríos, también usada por Lili Campos para atacar a su contrincante, renunció a Morena antes de pasarse a las filas del enemigo. Decir que no estás de acuerdo y salirte es algo defendible, pero quedarte con la playera guinda, pero pedir el voto para Acción Nacional es la mayor de las traiciones.
(Imposible no mencionar que, con la suma de los Beristain a la campaña de Lili, el panismo local ya cuenta con casi todos los corruptos históricos de Solidaridad: Chanito, Quian, Mendicuti, Filiberto Martínez y ahora Laura Beristain).
Algo similar ocurre en Morelos, en donde el prianato ha gastado 17 millones de pesos en anuncios en Facebook y colgado cerca de 300 espectaculares con el falso mensaje de que Margarita González Saravia es “la candidata de Cuauhtémoc Blanco”.
Como estos políticos añejos no pueden acusar a la morenista de corrupción o de haber realizado un mal gobierno, recurren a este falso argumento (falsísimo, pues Margarita González es fundadora de Morena y ha estado con López Obrador desde 2006). Por todas partes, pueden verse anuncios con la imagen de Claudia Sheinbaum, pero con la candidata del PRIAN, pidiendo que se vote por “las mejores opciones”.
Otra vez vemos a supuestos morenos pidiendo que se apoye al equipo contrario. Como ya no pueden derribar a Claudia Sheinbaum, se lanzan en contra de su Plan C, al querer quitarle espacios.
Quienes apoyen a la Cuarta Transformación no pueden caer en el engaño. El prianato siempre ha pensado que el pueblo el tonto, pero ya Andrés Manuel López Obrador ya dijo que “tonto es quien cree que el pueblo es tonto”.
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