El exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva y el presidente Jair Bolsonaro cerrarán sus campañas en los mayores colegios electorales de Brasil, que serán decisivos para la ajustada segunda vuelta de las presidenciales del domingo.
Lula, favorito en todos los sondeos, participará en una marcha en la icónica Avenida Paulista de la ciudad de Sao Paulo para “celebrar la democracia”, en compañía de sus principales aliados, entre ellos su compañero de fórmula, el liberal Geraldo Alckmin.
La asesoría del exjefe de Estado (2003-2010) señaló que será “un desfile“, al que han invitado a los entregadores de aplicaciones móviles y que estará dividido por colores, cada uno de los cuales hará referencia a un “desafío” de Brasil.
El expresidente, abanderado de un amplio frente progresista al que se han sumado fuerzas de centro y centroderecha, pasará la noche en la región para votar al día siguiente en Sao Bernardo do Campo, su cuna política, situada en la zona metropolitana de Sao Paulo.
El estado de Sao Paulo es el mayor colegio electoral del país, con 34.6 millones de electorales, que también tendrán que elegir el domingo a su nuevo gobernador, entre Fernando Haddad y Tarcísio Gomes de Freitas, apadrinados de Lula y Bolsonaro, respectivamente.
Por su parte, Bolsonaro pondrá el broche a esta dura y larga campaña electoral en Belo Horizonte, capital del estado de Minas Gerais, que es el segundo mayor colegio electoral del país (16,2 millones).
El líder ultraderechista intentará arañar los últimos votos en un estado en el que Lula ganó en la primera vuelta y, según las encuestas, volverá a hacerlo en la segunda.
Por el contrario, el actual gobernante fue el más votado en los estados de Sao Paulo y Río de Janeiro (12.8 millones de electores), donde, al igual que Lula, también volcó buena parte de sus esfuerzos desde la primera vuelta de los comicios del 2 de octubre.
Lula ganó esa primera ronda electoral con un 48.4 por ciento de los votos, frente al 43.2 por ciento que obtuvo Bolsonaro, que parte con una ventaja de entre cinco y siete puntos para el balotaje, según las encuestas.
El capitán retirado del Ejército volará posteriormente a la ciudad de Río de Janeiro, su fortín político, donde votará el domingo.
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