Una integrante del colectivo “Madres Buscadoras de Sonora” encontró a su hijo en una fosa clandestina de un predio desolado cerca del municipio de Caborca, Sonora.
Martha, buscaba a su hijo desde hace dos meses, y debido a una llamada anónima se le informó dónde podría estar enterrado.
Con ayuda de su familia y a las Madres Buscadores de Sonora, con pala en mano se internó en el monte, para ser quien reconoció los restos del joven por las prendas que vestía antes de su desaparición.
“Fuimos a ese lugar por petición de la familia, pues tras la llamada anónima, alrededor de 30 miembros de la familia se unieron en búsqueda. Aunque quería encontrarlo, fue muy doloroso el momento, la regresamos a su casa luego de que los peritos de la Fiscalía General de Justicia se hicieran cargo de las pruebas para dar paso al levantamiento de los restos humanos”.
Cecy Flores Armenta vocera del colectivo, señaló que este tipo de hechos impactan a quienes desean encontrar a sus familiares, pero representa un alivio ya que al menos tienen certeza de lo que pasó con ellos.
“Dolor, angustia y desesperación de verla como casi caía al piso, ver las pertenencias de su hijo, esa bola de huesos y el olor a putrefacto cuando se desentierra un cuerpo”.
La agrupación se dedica a encontrar a aquellos cuyo paradero se desconoce, han realizado 176 hallazgos desde su creación a mediados del año pasado.
