Manifestantes incendian casas en Sri Lanka, mandatarios huyen

Gotabaya Rajapaksa,presidente de Sri Lanka, huyó de su residencia oficial en Colombo minutos antes de que fuera asaltada por una multitud de manifestantes, que lo acusan de ser el responsable de la profunda crisis económica que atraviesa el país y quieren expulsarlo del poder.

El primer ministro Ranil Wickremesinghe, el próximo en la línea de sucesión si Rajapaksa dimite, convocó inmediatamente una reunión de urgencia del gobierno para debatir sobre una “salida rápida” de la crisis.

Momentos más tarde, la oficina del funcionario, reportó el incendio en la residencia privada del primer ministro.

“El presidente ha sido escoltado a un lugar seguro, él sigue siendo el presidente, está protegido por una unidad militar”.

Algunos manifestantes transmitieron en directo en las redes sociales videos que mostraban a una multitud deambulando por el interior del palacio.

Funcionarios del gobierno afirmaron ignorar las intenciones de Rajapaksa después de su huida.

“Estamos esperando instrucciones, todavía no sabemos dónde está, pero sabemos que está con la Marina de Sri Lanka y que está a salvo”.

Decenas de miles de personas habían participado anteriormente en una manifestación en Colombo para exigir la dimisión de Rajapaksa.

Al considerarlo responsable de la crisis sin precedentes que afecta a Sri Lanka y provoca una inflación galopante, así como una grave escasez de combustible, electricidad y alimentos.

El principal hospital de Colombo informó que 14 personas recibieron tratamiento después de haber sido alcanzadas por gases lacrimógenos durante la manifestación.

De acuerdo a las autoridades, unos 20.000 soldados y policías habían sido enviados a Colombo para proteger al presidente.

En abril, Sri Lanka se declaró en suspensión de pagos de su deuda externa de 51.000 millones de dólares e inició negociaciones de rescate con el Fondo Monetario Internacional.

Esta crisis, de una magnitud sin precedentes desde la independencia del país en 1948, se atribuye a la pandemia de covid-19, que privó a esta isla del Asia meridional de las divisas del sector turístico y se ha visto agravada por una serie de malas decisiones políticas, de acuerdo a economistas.

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