CANCÚN, QUINTANA ROO.- La posesión de concesiones para el servicio de taxi (placas), en favor de María Elena Hermelinda Lezama Espinosa y de su familia, no es un tema que recientemente se corrobore, lo sabíamos aún antes de que fuese presidenta municipal.
Fue de hecho, el tema de campaña del entonces candidato independiente, Issac Janix y entonces, de no ser que se exhibieran las pruebas, nadie, ni el candidato, organizaciones sociales, nadie hizo la denuncia correspondiente, como es el caso, hasta ahora.
Se habló por aquellos tiempos, 2018, de la existencia de cinco concesiones, hoy sabemos que en realidad son diez; pero si hubiese sido una sola, es exactamente lo mismo.
Pudiera interesarte: http://18.189.125.126/denuncian-a-mara-lezama-ante-la-seido-y-la-uif/
CONCESIONES, MARIDAJE EN LA COMPLICIDAD
La mecánica a través de la cual el gobierno estatal en turno entrega tales concesiones ha sido y, mientras impere la impunidad en Quintana Roo, seguirá siendo la misma.
Se entregan concesiones, en teoría a “martillos” con determinado tiempo de servicio y pertenencia al Sindicato, para el caso de Cancún, el Andrés Quintana Roo.
La realidad es que se han premiado servicios, lealtades, corruptelas, sicariatos, acarreos de votantes, siempre en favor del Revolucionario Institucional, y demás favores a la administración estatal y el grupo en el poder.
Es decir, se han entregado siempre como resultado de un acto de corrupción, además de que, al violentar la mecánica diseñada para beneficiar a los martillos, se convierte por sí mismo en un acto de corrupción.
Evidentemente, para los martillos, de no ser el solitario dedo o el desplante del arrogante gobernante en turno, durante años los han mantenido en el sometimiento y el abuso.
Trascienden los documentos que obraban en poder del ex candidato, medios de comunicación y organizaciones sociales, debido a que tenían registrado el nombre y la firma de quien las entregó: Roberto Borge Angulo.
LOS EXCESOS DE LA MARA HERMELINDA, PREVIOS A SU ASUNCIÓN
Así mismo, se sabe que las inversiones en bienes raíces y otros negocios iniciaron aún antes de que se definiera la candidatura de Lezama a la alcaldía de Benito Juárez; que los acuerdos para financiar su campaña se establecieron con el ex alcalde, Remberto Estrada Barba.
Se sabe también que, como resultado de ello, Hermelinda estaba obligada a no vulnerar los negocios ilegales que ya había establecido el imberbe Remberto.
Son negocios en los cuales tiene a la fecha participación como socio, un ejemplo de ello es, Intelligencia México donde es socio de Carlos Canabal Ruiz.
Destaca también del negocio de las luminarias, de la operación del “relleno sanitario” de Benito Juárez cuya concesión la ostenta su antiguo patrón, el Grupo Sipse, a través de su filial Promotora Inmobiliaria Majahual.
Éstos, a pesar de ser inmensos casos de corrupción, tráfico de influencias y demás, no fueron denunciados por Opus Magnum o el Movimiento Nacional por la Seguridad y Justicia (Monaseju).
Es la permanencia de un elevado número de servidores públicos de la administración del verde ecologista durante la correspondiente a Hermelinda que tiene relación directa con los acuerdos pactados con “el rey de las discotecas”, Remberto Estrada Barba.
Queda pendiente por ejemplo, el tema de la renta de patrullas, del cual ya no se profundizó.
Está pendiente también el relativo a la revisión de las concesiones al transporte público en ruta fija y en especial, todas las facilidades e impunidad que se otorga a la empresa propiedad del ex gobernador Roberto Borge Angulo, Transporte Terrestre Estatal (TTE).
¿Y LA FAMILIA?, ¡MUY BIEN GRACIAS, GASTANDO DE LO LINDO!
Es un hecho; todo lo que ocurre en torno de la denuncia, si acaso ha sido María Elena Lezama quien ha tenido que brindar las explicaciones a quien le cuestione, pero sus cómplices y principales beneficiarios –su familia-, muy bien, “en el desenfrenado choping carnal”.
Destaca entre los excesos que se le han logrado acreditar a los familiares incómodos de Mara y según lo documenta “Luces del Siglo”, Daniel Berrón Lezama, el hijo mayor de Mara, pagó de contado 4.94 millones de pesos por un condominio en el exclusivo Puerto Cancún.
Compró el “angelito” la propiedad 604 de la Manzana 27, Lote 1-02, U.P.E. 604 5-N de la Sección E de la Unidad Condominal 27-1 del complejo “Marina Condos & Canal Homes”, cuando su madre ya tenía dos meses en la presidencia municipal de Benito Juárez, Quintana Roo.
Trasciende además, que con base en el testimonio certificado por un fedatario público, la propiedad se compró a través de una de las empresas habilitadas por Hermelinda y su familia, Desarrolladora Cumpal, S.A.P.I. de C.V.
Sé el primero en comentar