Los hallazgos de los llamados agujeros del ‘fin del mundo’, despertaron gran curiosidad en la comunidad científica. Se trata de los resultados del descubrimiento de grandes agujeros cilíndricos, parecidos a unos cráteres, en la península de Yamal, al noreste de Siberia.
El hecho ocurrió en julio de 2014, un grupo de científicos descubrió un óvalo de unos 30 metros de diámetro y al menos unos 70 metros de profundidad. Además, contaba con un lago helado en su parte inferior y agua cayendo sobre sus paredes.
En el 2018, un equipo de expertos rusos llegó a la conclusión de que el cráter fue resultado de una insólita actividad de criovulcanismo en la Tierra. El estudio se publicó en la revista científica Geosciences en febrero del año en curso.
Es así como durante casi dos años, diferentes vuelos y expediciones analizaron el fenómeno hasta establecer que se trataba de erupciones o explosiones localizadas de burbujas de gas. Al parecer, estas partículas se encontraban acumuladas en el subsuelo.
Conforme a los resultados de la investigación, el proceso de deshielo del permafrost estaría vinculado, al parecer, al cambio climático. En ese sentido, se determinó como una de las razones de la formación de estos misteriosos cráteres.
El equipo liderado por Vasily Bogoyavlensky, mostró su preocupación por el evidente aumento en la aparición de este tipo de explosiones en los últimos años. Asimismo, recordó que estos fenómenos liberan a la atmósfera considerables cantidades de gas metano, unos de los compuestos con mayor efecto invernadero.
Sé el primero en comentar