Mauricio Ochmann habló de sus problemas con las bebidas alcohólicas y las drogas que enfrentó en su adolescencia y juventud, derivado de la dura infancia que tuvo desde que lo abandonó sus padres biológicos.
El actor comenzó a beber a los 8 años de edad que debido a la situación que atravesaba fue como un “elixir”, pues pese a que no le agradó el sabor aseguró haberle gustado la sensación que le producía en su interior.
A los 13 años el actor ya ingería grandes cantidades de alcohol tanto en su casa como con sus amigos. Recordó que incluso una ocasión robó el auto de su familia para ir a la Feria de Vino de Tequisquiapan y amaneció en un hospital.
Mencionó que su alcoholismo y adicción a la cocaína fueron consecuencia de los vacíos que tenía desde niño, ya que no había aprendido a lidiar con sus “miedos” y “monstruos del pasado”.
Fue hasta que se convirtió en padre por primera vez que decidió ingresar a un centro de rehabilitación: “El nacimiento de Lorenza fue lo que me hizo clic a nivel interno, quiero ser un papá responsable, entonces me interné.
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