La Semarnat ratificó el Acuerdo de París engrosando la lista de los 55 países necesarios para que la iniciativa mundial contra el cambio climático entre en vigor
CIUDAD DE MÉXICO.- El titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Rafael Pacchiano, entregó al Secretario General de la Organización de las Naciones Unidas, Ban Ki-Moon, la ratificación del Acuerdo de París, el instrumento internacional para atender el cambio climático.
Con esta acción, concretada durante la Asamblea General de la ONU en Nueva York, Estados Unidos, México reitera su compromiso de reducir el 22 por ciento de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) y el 51 por ciento de las emisiones de carbono negro.
22% de los GEI y 51% de carbono negro se comprometen a reducir los países adheridos al acuerdo
La Semarnat informó en un comunicado que la ratificación del Acuerdo de París materializa años de trabajo de personas muy comprometidas del sector ambiental.
Para que el acuerdo entre en vigor debe cumplir con dos condiciones: la ratificación de al menos 55 países y que éstos representen al menos 55 por ciento de las emisiones globales de GEI.
Los 29 países que ya firmaron el acuerdo representan el 42.96% de las emisiones globales
El pasado 14 de septiembre, el Senado de México ratificó el acuerdo y con ello se sumó a los 29 países que ya dieron ese paso y que en su conjunto representan el 42.96 por ciento de las emisiones globales, incluidos Estados Unidos, China y Brasil.
El Acuerdo de París compromete a los países a descarbonizar sus economías durante la segunda mitad del siglo y a aumentar su resiliencia, asegurando la consolidación del régimen climático internacional.
Contiene tres metas interrelacionadas, la primera consistente en mantener la temperatura global por debajo de los 2 grados centígrados, con miras a lograr que no rebase los 1.5 grados.
La segunda, mejorar la capacidad de adaptación global, fortalecer la resiliencia y reducir la vulnerabilidad al cambio climático.
Como tercera se plantea aumentar el flujo de recursos financieros para apoyar la transformación hacia sociedades resilientes y economías bajas en carbono.
Foto: Agencia Reforma
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