CIUDAD DE MÉXICO.- La industria turística mexicana sigue en buena forma. Tras un 2016 récord, los hoteles de los enclaves más turísticos de México –Cancún, la Riviera Maya, Puerto Vallarta o Los Cabos– colgarán el cartel de completo en una Semana Santa en la que se prevé que se superen todos los registros previos de ocupación. También la Ciudad de México, pese al clásico éxodo vacacional de muchos chilangos en estas fechas, recibirá un importante impulso gracias fundamentalmente a las llegadas de nacionales de otras partes del país.
Si se cumplen los pronósticos del Gobierno, la media de ocupación de los establecimientos hoteleros en todo México cerrará la Semana Santa en el entorno del 70%, un 0,6% más que en el mismo periodo del año pasado pese al aumento de la oferta, según los datos proporcionados a EL PAÍS por la Secretaría (ministerio) de Turismo. Sería el mejor dato de una Semana Santa, el periodo vacacional por excelencia en México, desde siempre. En los principales núcleos de playa, la ocupación de los establecimientos hoteleros subirá hasta el 84,4%, mientras que, en los centros urbanos de México, esta tasa será del 58,1%. Aun siendo notablemente más baja que en las localidades marítimas, el aumento es incluso superior en este rubro.
Las cifras de la patronal hotelera apuntan en la misma dirección. La Asociación Mexicana de Hoteles y Moteles (AHMH) hizo pública la semana pasada su previsión de ocupación: del 63,88% entre sus afiliados, dos puntos porcentuales más que en la Semana Santa del año pasado, que cayó en marzo. Aquí también hay una gran diferencia entre las costas, donde se registrará una ocupación mayor, y el centro del país. En la Riviera Maya y Cancún rondará el 95%, y Puerto Vallarta y Los Cabos de Baja California superarán el 90%. Aunque con cifras algo más modestas, ciudades de interior como Puebla, Guanajuato, Oaxaca o Guadalajara también rondarán el récord en Semana Santa, con ocupaciones hoteleras superiores al 70%.
Casi ocho de cada 10 mexicanos que podrán salir de vacaciones en Semana Santa apostarán por destinos internos, según se desprende de un estudio publicado el buscador de viajes Trivago. Detrás de estas previsiones de aumento del turismo interior emerge un doble motivo relacionado con el tipo de cambio: el dólar caro es un incentivo para que los mexicanos opten por quedarse en el país en vez de visitar EE UU, uno de los destinos más populares en estas fechas de años anteriores y, a la par, el peso barato anima a estadounidenses, canadienses y europeos a visitar más México por su precio competitivo. A ambos factores hay que sumar la aversión de muchos nacionales a desplazarse al vecino del norte desde la llegada de Donald Trump a la presidencia.
HUELLA ECONÓMICA, TAMBIÉN AL ALZA
La derrama económica del sector turístico también va camino de batir un nuevo récord en las vacaciones de Semana Santa y Pascua. El gasto total de los visitantes superará los 47.600 millones de pesos (2.540 millones de dólares), un 2,5% más que en el mismo periodo del año anterior, según los datos de la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco-Servytur). Y eso, “pese al aumento de precio de las gasolinas, las tasas de interés y la inflación”, señala el presidente del organismo, Enrique Solana, en un comunicado. Las cifras de este ente apuntan a que las tres cuartas partes de los más de 13 millones de personas que viajarán por el país en el próximo periodo vacacional serán nacionales. “Debemos detonar el consumo interno, viajar más por el país y adquirir lo hecho en México para reactivar la economía nacional”, exhorta Solana.
Judith Guerra, directora general de la consolidadora de agencias de viajes Consolid México, se muestra aún más optimista para la Semana Santa: sus datos apuntan a un sólido incremento de doble dígito. “Los mexicanos se moverán mucho más que en el mismo periodo del año pasado; sin duda batiremos un nuevo récord”. Además, cree que, a diferencia de otros años, no todo será sol y playa. “Los destinos de costa seguirán siendo los favoritos, está claro. Pero el turismo cultural, como los pueblos mágicos, está viviendo un auge”. Este incremento es especialmente relevante habida cuenta de que deja más dinero en sectores satélites del turismo, como restaurantes, bares o tiendas. “Se está valorando mucho más el interior, y eso es positivo”, destaca Guerra.
El turismo es uno de los principales y más fiables motores de la economía mexicana. Tras el fulgurante crecimiento registrado en un 2016, en el que se pulverizaron todos sus registros previos, el sector ya aporta casi el 9% del PIB y genera alrededor de nueve millones de empleos en todo México. Los mexicanos han redoblado su interés por su propio país y los extranjeros no han dejado de llegar. Buenas nuevas en tiempos turbulentos. (Fuente: El País).
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