A finales de abril, el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas, dependiente del ejecutivo, informó a los centros comunitarios que su financiamiento se eliminaría por completo.
Los activistas comenzaron entonces una campaña para salvarlos. Rubicelia Cayetano, señaló que han registrado un aumento de los casos de violencia doméstica desde que en marzo se decretó la cuarentena.
“Sentimos mucha angustia y desesperación, dado que es un recurso muy importante para poder para salvar la vida de las mujeres que viven violencia” manifestó
Grupos de defensa de los derechos de las mujeres dijeron que el gobierno ahorrará poco dinero con la reducción de los fondos que entrega a las Casas de la Mujer Indígena.
Los cuales asesoran y defienden a víctimas de violencia doméstica y abuso sexual, y coordinan programas de salud reproductiva.
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