Un restaurante abarrotado para celebrar el Año Nuevo chino. Un centenar de contagios en un edificio de diecinueve plantas. Un grupo de devotos budistas que viajan en autobús para un rito religioso.
Son tres brotes reales, minuciosamente documentados por las autoridades, en los que se produjeron múltiples contagios de covid. ¿Qué ocurrió en esos escenarios?
¿Cuáles fueron los factores de riesgo?
¿Qué lecciones podemos aprender ahora que tratamos de recuperar la normalidad?
La oficina
En una sola estancia de un call center se multiplicó el riesgo de contagio al sumar cuatro factores decisivos: contactos múltiples, cercanos y prolongados en un espacio cerrado.
Los empleados del ‘call center’ del 11º piso trabajan agrupados en mesas de 13 puestos durante su jornada laboral.
En algunas mesas, hasta nueve de los trece empleados dieron positivo.
Esos trabajadores se ubicaban dentro de esta misma estancia con 137 trabajadores juntos en un entorno cerrado.
De esos 137 empleados, dieron positivo 79 (el 57,6%). El contacto permanente en el mismo espacio durante mucho tiempo desempeñó un papel crucial.
Al resto de los trabajadores de esa planta se les realizó el test y la proporción de contagiados fue mucho menor.
Del resto del edificio, solo dieron positivo tres personas de entre las 927 examinadas (0,3%), a pesar de que compartían vestíbulos, ascensores y otras zonas comunes.
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