Agencia EQR
COZUMEL, Q. ROO.- “Lola”, la perrita policía que cuidó el Parque “Benito Juárez” y la Plaza del Sol por más de 20 años, murió y el día de ayer le dieron el último adiós, teniendo como última morada el mismo parque.
La perra “Lola” se regaló al parque Benito Juárez de Cozumel hace 23 años, cuando era un cachorra flaca que conmovió a los policías cozumeleños, empresarios y a todo aquel que se topaba con ella en su andar por esta zona turística de la isla, era un animal tan carismático que no bastaba persona que no le de comida, sobre todo las salchichas al vapor que era uno de sus alimentos preferidos.
Cuando llegó “Lola”se apegó muchos a los policías; solo nos veía andar el parque y se nos pegaba y a la fecha lo seguía haciendo”, dijo un elemento.
La perrita “Lola”,era parte de la corporación de policía que cuidaban el parque y tenía su placa de policía, la cual le colocó el gran empresario don Nasim Joaquín Ibarra.
“Ella se paseaba por todo el parque y por todos los comercios y cuando ve desde lejos veía a un policía, se iba corriendo hacia él, ya que su único hogar era el parque y su familia somos nosotros” expresaron empresarios del parque Benito Juárez.
Empleados de la plaza comentaron con más detalle: “Cuando salen los muchachos vándalos por la noche haciendo su desorden en el parque, se enfurecía y los correteaba, así como cuando llegaba alguien de noche, y a ella no le cae bien empezaba a olfatearlo y a dar vueltas alrededor de él, hasta que llegara el policía a revisarlos. En verdad era una perra muy inteligente”.
Muchas personas se encariñaron con “Lola” y quisieron llevarla a su casa, pero ella regresaba al parque, ya que para ella es su dulce hogar, por lo que la perrita ya era algo representativo para la Isla de las Golondrinas, que ha traspasado fronteras por todo el turismo que se lleva algo de ella.
“Es el único policía fiel que tiene la isla de Cozumel, que ha estado al tanto de su gente durante 23 años; y cuando muera espero se le haga los honores que corresponde”, señaló un empresario el año pasado.
Con la presencia de empresarios, empleados, trabajadores del parque y de la Plaza del Sol, así como algunos compañeros policías le dieron el último a dios y fue enterrada en el parque que tanto cuido por años, donde se colocó una planta sobre su morada para homenajearla por todo el amor y cariño que regaló a los isleños y sus visitantes.
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