NICOLÁS ROMERO, EDOMEX. –El Estado de México, el gigantesco cinturón industrial de 17 millones de personas que rodea la capital, sigue arrojando cuerpos de mujer cada día. Mutiladas, tiroteadas, arrojadas a un canal de aguas negras o asesinadas a pedradas, como en esta ocasión. Esta vez fue en el municipio de Nicolás Romero, a una hora de la Ciudad de México, donde el jueves los vecinos encontraron el cadáver de una mujer tirada al borde de un camino. Según los primeros indicios la joven, de 20 años, fue asesinada a pedradas por su marido que dejó el cuerpo tirado sobre el barro en la colonia La Biznaga, en San José El Vidrio.
El cuerpo de Verónica Guadalupe “N” apareció a 400 metros de su domicilio. Los vecinos explicaron que junto al cadáver había piedras con rastros de sangre, por lo que al parecer fue asesinada con ellas, ya que presentaba golpes en rostro y cabeza.
El área de feminicidios de la Fiscalía mexiquense ordenó el levantamiento del cadáver y dio inicio a las investigaciones. La información filtrada por las autoridades señala que el marido cambió su declaración en tres ocasiones, antes de aceptar que asesinó a golpes a su esposa, ayudado por su madre.
Las organizaciones de Derechos Humanos consideran que, con el fallecimiento de Verónica Guadalupe, son ya 132 casos de feminicidios en el Estado de México en lo que va de año. Sin embargo, antes de terminar esta crónica, otras dos mujeres, los casos 133 y 134, que habían sido reportadas como desaparecidas, aparecieron con un disparo en la cabeza y maniatadas en Tláhuac.
Según el Observatorio Ciudadano en contra de la Violencia de Género en los dos últimos años hubo 296 feminicidios, una cifra que se contradice con los datos oficiales de la Fiscalía local que señala que fueron, en realidad, 123 casos.
Sin embargo, cada día que pasa el Estado de México se confirma como la nueva Ciudad Juárez en lo que a violencia contra las mujeres se refiere.
El Estado de México tiene una de las tasas más altas de violencia y una de las policías más corruptas del país. Cada día, entre lugares tan grises como Ecatepec, Chimalhuacán o Chalco hay siete muertes violentas y se denuncian 14 secuestros y 141 robos. En los últimos diez años se han denunciado un total de 2.367 mujeres y niñas en calidad de desaparecidas, no localizadas o extraviadas.
La violencia contra la mujer es de tal dimensión que cada hora es secuestrada una niña y las carreteras que cruzan la entidad acumulan cientos de carteles, afiches y espectaculares donde desesperadas madres ofrecen dinero por alguna pista que ayude a la localización de su hija. A ello hay que añadir la impunidad que supera el 95%.
Según el Instituto de Estadística (INEGI), en el Estados de México, gobernado desde siempre por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) que acaba de volver a ganas las elecciones del 4 de junio, el 76% de los habitantes se siente atemorizado. (Fuente: El País).
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