Victoria Curthoys decidió intentar el popular tratamiento durante sus vacaciones. El spa le prometió que se relajaría mientras los pequeños peces comerían sus células muertas y dejarían sus pies más suaves que nunca. Sin embargo, ahí empezó su peor pesadilla.
Después de años de sentirse mal, decenas de viajes al hospital y muchos exámenes médicos, se concluyó que había contraído una infección en el pie que estaba comiéndose sus huesos.
La única solución sería amputar todos los dedos para evitar que la infección se propagara a otras partes de su cuerpo.
Victoria, de 29 años había contraído una infección de huesos en los dedos de ese mismo pie en 2006 después de pisar un pedazo de vidrio.
Los doctores decidieron cortarle un solo dedo para detener la infección y se recuperó al 100%. Cuatro años después, mientras estaba de vacaciones en Tailandia, visitó un spa de peces.
Victoria nunca se imaginó que el agua usada en el tanque en el que tenía que sumergir los pies también estaría infectada y podría filtrarse a través de las heridas de su cirugía pasada.
Después de sufrir de fiebre constante y malestar general, regresó a Australia y le diagnosticaron con osteomielitis, una infección en los huesos.
Su segundo dedo (el gordito) fue amputado en 2012, pero la infección no se pudo eliminar completamente, así que en 2017 tuvo que someterse a otra cirugía para que le amputaran los 3 dedos que le quedaban.
“Al final del día he visto a gente que tiene enfermedades y lesiones mucho más serias que la que tuve yo así que me siento una persona con suerte”, aseguró Vicky a un medio australiano.
Desde entonces, la guapa se ha dedicado a hacer conciencia de que no todos los spas hacen la limpieza correcta de los tanques y los peces y pueden causar enfermedades, ya que se usan en más de un cliente.
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