Algunas viviendas han dejado de existir debido a que en las cercanías se ha construido una autopista o carretera muy transitada, o torres de alta tensión.
Sin embargo, la peculiar historia de esta casa en Guangzhou, China, va más allá de lo que podríamos haber imaginado.
El gobierno le pidió a la dueña de la casa vender su propiedad para poder construir una autopista que pasaría justo en su propiedad.
De acuerdo con información de medios del país, la dueña de la casa, la Sra. Liang, luchó contra el gobierno chino durante casi 10 años.
El resultado fue que cuando el gobierno construyó la autopista, esta se tuvo que partir en dos caminos y la casa quedó justamente en medio totalmente aprisionada por la carretera.
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