Antes de que los recién elegidos miembros del parlamento de Myanmar, la antigua Birmania, juraran su cargo, los militares hicieron un golpe de estado, deteniendo a la lideresa Aung San Suu Kyi y al presidente, Win Myint.
Además, detuvieron a otras figuras destacadas del partido gobernante, la Liga Nacional para la Democracia (LND).
Posteriormente los militares han anunciado que tomarán el control del país durante doce meses y han declarado el estado de emergencia.
Los arrestos se producen tras días de tensiones al alza entre el gobierno civil y el poderoso ejército, que provocó temores a un Golpe de Estado; tras una elección que los militares calificaron de fraudulenta.
El portavoz Myo Nyunt dijo a por teléfono que SuuKyi, el presidente Win Myint y otros líderes fueron “llevados” en las primeras horas del lunes.
Quiero decir a nuestra gente que no responda de forma precipitada y quiero que actúen conforme a la ley”, afirmó.
En tanto, el Ejército birmano proclamó este lunes el estado de emergencia por un periodo de un año y nombró a un general como presidente interino, después de detener a Aung San Suu Kyi y a otros altos cargos.
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