Nasry “Tito” Asfura, candidato del conservador Partido Nacional de Honduras, tomó una ligera ventaja en los primeros resultados de la elección presidencial celebrada este domingo, impulsado en gran medida por el respaldo abierto del presidente estadounidense Donald Trump.
Con alrededor de un tercio de las actas escrutadas, el Consejo Nacional Electoral informó que Asfura concentraba más del 40 por ciento de los votos, seguido muy de cerca por Salvador Nasralla, del Partido Liberal, mientras que Rixi Moncada, de Libertad y Refundación, se ubicaba en un distante tercer lugar.
La contienda, marcada por una fuerte polarización, adquirió un tono internacional cuando Trump llamó públicamente a los hondureños a votar por Asfura, al que calificó como un aliado de la libertad y un freno contra lo que describió como “narcocomunistas”, mensaje que generó acusaciones de intervencionismo en un proceso ya de por sí tenso.
Asfura, por su parte, agradeció el respaldo y aseguró que su proyecto busca “defender la democracia y la estabilidad” del país, al tiempo que intentó distanciarse de las sombras del expresidente Juan Orlando Hernández, también del Partido Nacional, condenado en Estados Unidos por narcotráfico.
Mientras avanza el conteo oficial, que podría tardar varias semanas en completarse, el panorama político hondureño se mantiene dividido entre quienes ven en Asfura un regreso al bipartidismo tradicional y quienes temen un retorno a estructuras asociadas al pasado reciente.
La comunidad internacional sigue de cerca el proceso, pues el resultado definirá la futura relación de Honduras con Washington, Beijing y otros actores clave en la región.
La incertidumbre permanece mientras se espera el resultado final, pero todo indica que esta elección marcará un punto de inflexión para el rumbo político del país.


















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